Aumenta entre los judíos la corriente que reconoce a Jesús como el verdadero Mesías

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Los «judíos mesiánicos», una corriente mal vista entre los judíos ortodoxos, pero que cada día cobra más fuerza en todo el mundo. «En todo el mundo somos más de 500.000… La cúpula de judíos mesiánicos, al completo, murió también en el Holocausto», explica el rabino…

La Razón
29-06-2005

Respetan la Ley, las oraciones en la sinagoga, la liturgia hebraica, la circuncisión; llevan el «tallit», el «kipah» y los «tefillim»; guardan el Sabath y observan el ayuno prescrito en la Escritura, pero celebran Pentecostés y rezan el Padrenuestro en hebreo. Nacidos de judíos o descendientes de judíos, a su observancia se añade la fe en las Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento y una fe personal en Jesucristo como Mesías y Salvador. Son los «judíos mesiánicos», una corriente mal vista entre los judíos ortodoxos, pero que cada día cobra más fuerza en todo el mundo.

La corriente mesiánica en España es apenas un movimiento incipiente, muy minoritario, pero en proceso de expansión. Así lo explica el rabino Mijael Sofer–Miguel Ángel Escrivá, según el censo– de la congregación de judíos mesiánicos Shema Israel Sefarad. «Somos una comunidad incipiente, pequeña y joven, pero en crecimiento: en Madrid somos 20 personas; nos reunimos en casa privadas, o en pequeños locales, como se hacía al principio», sostiene. «A corto plazo la intención es registrarnos como asociación religiosa, pero somos demasiado pequeños como para que el Gobierno nos tenga en cuenta para la financiación», explica.
A mitad de camino entre el judaísmo ortodoxo y el cristianismo, la corriente judeomesiánica tiene en EE UU e Hispanoamérica sus principales viveros. «Es lógico: se trata de una corriente madura», explica José Costales, de la congregación Bet Derej de Málaga: «En EE UU nos llevan bastante adelanto en términos de libertad religiosa; en España hemos vivido con muchísimas restricciones durante años, por no decir siglos», asegura. «En todo el mundo somos más de 500.000. Y en España contamos ya con comunidades en Canarias, Zaragoza, Asturias, Estepona, Sevilla, Granada y Madrid», afirma.

Antisemitismo y Shoah.

Para el rabino Mijael Sofer, el fantasma del antisemitismo no ha desaparecido en España: «Después de siglos de antisemitismo patente, encubierto o subliminal, seguimos sufriéndolo; las amenazas son constantes», se lamenta. El hecho de creer en el Mesías no les salvó tampoco en el Holocausto: «Hubo comunidades judías que objetaron a las autoridades nazis que ellos creían en el Jesús de los cristianos, pero evidentemente la creencia religiosa no era la cuestión, sino el hecho de pertenecer a una raza, a una etnia, fueras cristiano, como Edith Stein, mesiánico o agnóstico. La cúpula de judíos mesiánicos, al completo, murió también en el Holocausto», explica el rabino.

Diálogo con los católicos.

En cuanto al interés del nuevo Papa Benedicto XVI por el encuentro ecuménico con los «hermanos mayores», se muestran algo reticentes: «En cierto sentido nos alerta como creyentes el hecho de que nos intenten «convertir»», explica José Costales. «Yo considero que alguien es mi hermano en la fe cuando compartimos las mismas bases, pero la única a autoridad a la que yo me someto es la Palabra de Dios. Cuando ya hay otras cuestiones –sacramentos, intercesiones, autoridad–, el acercamiento se complica», sostiene Costales. El rabino Sofer aclara: «Lo que quieren es tenernos bajo la cobertura de la Iglesia católica y reconocer al Papa, pero eso es imposible, hay grandes abismos en cuanto a doctrinas, prácticas, modos de entender la vida… Por desgracia, todavía está muy lejos el sueño de la paz, hay mucho resentimiento por superar. Pero no cabe duda de que la certeza de que Yeshua es el Mesías es el mayor lazo de unión. Nos reconforta cualquier paso que se dé en este sentido, todos debemos estar abiertos a la hermandad. ¿Sabe? En la pasada Pascua acudimos a una comunidad católica para explicarles nuestros ritos, que de algún modo son la raíz del rito católico. Fue enriquecedor, creo que lo deberíamos repetir», concluye.