Muchos niños de Estados Unidos se encuentran hoy en situaciones extremas de pobreza sin que se haya puesto coto esta situación.
Recientemente Michael Petit, presidente de la organización gubernamental estadounidense de defensa de los derechos de la infancia Every Child Matters, preguntaba por qué la violencia contra los niños es mucho más aguda en esa nación que en cualquier otra del mundo industrializado.
Petit puso en evidencia uno de los muchos problemas que afectan a la infancia estadounidense.
La BBC advirtió que los estadounidenses tienen los peores registros de abusos del mundo.
Esta situación tiende a agravarse pues mientras la economía estadounidense intenta salir a flote, la pobreza infantil se eleva y los estados recortan miles de millones en servicios para los niños, lo que presiona la débil red de seguridad de la nación.
Los niños son el sector más vulnerable de la sociedad estadounidense. Cerca de 17 millones padecen hambre, según datos de Feeding America, una organización que reúne 200 Bancos Alimentarios y la organización caritativa de distribución de víveres más importante del país.
En la principal economía del mundo,el 20,7 % de los niños son pobres, situación que afecta a los hispanos en un 33,1 %, indicó recientemente un informe del Instituto Pan para el Mundo, un movimiento religioso en contra de la hambruna.
"A causa de la actual crisis económica y el desempleo de cerca de catorce millones de personas que afecta a Estados Unidos, el 30 % de las familias hispanas recurrieron a fondos de ayuda de alimentos para aminorar la hambre." |
Un estudio de 2009 sobre necesidades alimenticias plantea que el 26,9 por ciento que los hogares hispanos enfrentan este problema, en especial aquellos en los cuales entre sus componentes hay menores de edad.
La Oficina del Censo y del Departamento de Agricultura asegura que, en territorio estadounidense, al menos el 34,9 % de los latinos menores de 18 años padecieron hambre, cifra superior al compararla con el 23,2 % de los infantes en la población total del país.
Datos de la Fundación Annie E. Casey aseguran que la reciente recesión eliminó muchos de los beneficios económicos para los niños nacidos a finales de la década de los años 90, mientras plantea como preocupante la cantidad de menores afectados por las ejecuciones hipotecarias, por las cuales embargaron sus viviendas y complican su bienestar.
Los menores latinos son la población que más aumenta en este país y, al mismo tiempo, engrosan su porción más pobre.
Según el Pew Hispanic Center, uno de cada cuatro niños viven sin acceso seguro a suficiente comida diaria: "Los menores afroamericanos enfrentan la peor crisis desde los tiempos de esclavitud y, en diversas áreas, los niños hispanos se encuentran en situación similar", puntualizó.
Los menores latinos no saben si comen hoy ni si comerán mañana: más de un tercio vive en condiciones de pobreza y de necesidad alimentaria, plantea el informe The State of America's Children, 2011.
La Fundación Annie E. Casey aborda otro problema extremo que repercute sobre la infancia estadounidense: la pobreza infantil, puntualiza, creció de manera sostenida desde 2000 hasta 2009 en un 18 %, al saltar desde 2,5 millones hasta 14,7 millones, con incidencia notable en los estados del sur.