La guerra es un negocio que destruye y asesina impunemente para beneficio de los poderosos, y nuestros ahorros están siendo usados para financiar muertes con la complicidad de los gobiernos de turno (compradores y vendedores).
El pasado 28 de marzo Alberto J.Revuelta Presidente del Comité René Cassin, participó en una tertulia en Sevilla con el tema “Bancos españoles que financian armas: el negocio de la guerra”. En dicha tertulia, desarrolló los puntos principales de un informe que ha publicado su organización llamado “El comercio de armas y la banca española”, donde claramente se refleja cómo nuestros ahorros están siendo usados para financiar muertes.
Comenzó diciendo que España ocupa el lugar número 15 de vendedores de armas en el mundo y el sexto de la UE. A lo largo de su intervención ofreció una lista de bancos financiadores de armas, en los que destacan el BBVA y el Santander, de los cuales, el BBVA es el séptimo a nivel mundial en la financiación de armamento. Pero también otros como Bankia, Banca March ( que financió el alzamiento de Franco), Banco Popular, Banco Pastor, Banco Sabadell, Bankinter, CatalunyaCaixa, etc. así como numerosas cajas rurales. Además-dijo- también invierten en esta actividad entidades como MAPFRE y ALLIANZ junto con sociedades como el ICO que depende del Estado, al igual que la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) a pesar de que el gobierno niega su financiación en la industria armamentística.
Revuelta indicó que, entre los años 2007 y 2011, el total de crédito aportado por la banca española a esas empresas ha sido de 1.300 millones de euros. Estas inversiones se realizan ocultándolas a la sociedad de diversas formas. Por una parte porque no se publican, ya que los bancos en sus informes y balances no lo reflejan. Por otro lado, porque las empresas de industria militar no cotizan en bolsa y así no se puede controlar externamente sus balances. Para ello recurren a la única vía: emitir bonos que compran los bancos o pedir créditos directos a dichos bancos.
Para terminar, ilustró su intervención con un ejemplo de cómo se ha actuado en este campo en España, en el caso concreto de la empresa ESPAL (de origen vasco), fabricante de las bombas de racimo hasta el 2011 en el que el tratado de Oslo prohibió su fabricación. ESPAL a su vez forma parte del holding MaxamCorp. Y así dijo que, en el año 2008, en plena crisis, 19 entidades bancarias españolas firmaron lo que se llama un ” crédito sindicado” de 300 millones de euros al grupo Marxam, el mayor crédito sindicado que se ha firmado en España antes de que estallara la crisis. Por tanto todos participaron en la financiación y todos se beneficiaron de ella. Todos manchados de sangre.
A la aportación de Alberto J.Revuelta podemos añadir que la federación SETEM en un informe titulado “Negocios Sucios. Bancos españoles que financian armas controvertidas” presentado en 2011, denunciaba que las bombas de racimo fabricadas en España en 2007 y usadas por Gadafi para bombardear Misrata fueron financiadas por Cajalón, Caja España, Caja Mediterráneo, Bankinter, Ibercaja, Banco Popular, Banco Sabadell y La Caixa.
Después de esta realidad podemos afirmar que la guerra es un negocio que destruye y asesina impunemente para beneficio de los poderosos, en este caso la banca y la industria armamentística con la complicidad de los gobiernos de turno (compradores y vendedores).
Alberto J. Revuelta afirmó que es posible combatir esta situación asociadamente, presionando para que se deje de negociar con las vidas humanas y nuestros ahorros no financien muertes.
Tertulia organizada por el Movimiento Cultural Cristiano en la Casa de Cultura y Solidaridad de Sevilla.28-3-2014