Bhatti, ministro católico de Pakistán asesinado

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Asesinado hace un año, fue modelo de diálogo interreligioso con las minorías en Paquistán

A la presentación en Roma del libro sobre Shabaz Bhatti, -ministro católico paquistaní, asesinado por realizar el diálogo con todas las minorías de su país- asistieron personalidades de la Iglesia católica y del mundo de la política.

El Cardenal Tauran dijo que Bhatti era consciente de que su vida de político le podía costar muy caro, había confiado al cardenal en el aeropuerto de Islamabad: "Yo sé que me van a matar doy mi vida en favor del diálogo interreligioso".

El verdadero diálogo -indicó el cardenal-, "para que sea auténtico y fructífero, las partes deben empezar por afirmar su fe, lo contrario es relativismo, porque no se puede dialogar si no se parte de la primera cuestión, para dialogar sobre ideas claras; con él no había relativismo.»

Mark Tarquinio, director del diario Avvenire, destacó que "Shahbaz  nunca pensó en abandonar Pakistán, como hacen muchos donde las minorías son perseguidas, fue  una decisión que tomó desde muy joven, porque a los 17 años ya había decidido trabajar por las minorías y el diálogo como un elemento fundamental".

Riccardi, Ministro de Cooperación internacional e Integración declaró: "Él no buscó la muerte, pero no retrocedió ante el peligro". El ministro italiano ha considerado apropiado publicar un libro que coincide con el primer aniversario de la muerte de Shahbaz, "para no olvidar" en una época donde todo tiende a ser banalizado. «Contarlo, nos obliga a reflexionar sobre nuestra manera de ser ciudadanos del mundo y de ser cristiano» dijo.

No ha buscado la muerte, pero no ha dado marcha atrás ante el peligro, no renunció a su ministerio, el de ser ‘ministro’ en el sentido más profundo, es decir servidor.

 Shahbaz tenía una visión de Pakistán pluralista, democrática y laica. Ni teocrática, ni conducida por los militares.  Cristiano orgulloso de ser paquistaní,  se traducía también en un servicio a los musulmanes en cuanto factor de pluralismo.

El ministro italiano concluyó recordando que "Shahbaz sabía que estaba bajo el fuego de los talibanes y Al Qaeda". "Creemos que ejemplos como estos deben ser más conocidos y ayudarnos a entender.

El hermano de Shahbaz, Paul Bhatti dijo que el asesinato de su hermano "nos ha enseñado que la dignidad humana no tiene precio". Y narró que desde niño se veía en él un carisma especial y una gran fe, un hombre que no sólo predicaba sino que también practicaba. Que a los18 años sufrió la acusación de blasfemia. Paul contó que el primer ministro de Canadá dijo: "Hablé con él cinco minutos, lo que ha cambiado toda mi vida".

Indicó que su hermano menor había fundado el Partido de Alianza de Todas la Minorías, «porque la religión no debe dividir, sino unir".

Tenía un fuerte deseo de diálogo y de justicia, por ejemplo, cuando un pueblo cristiano fue incendiado, Shahbaz quiso que la policía encontrase rápidamente a los responsables, y se sentó en las vías del tren hasta que hallaron a los autores.

Paul recordó que temiendo por su vida lo habían invitado a permanecer en Italia y no regresar a Paquistán, pero él respondió: "¿Quién me puede garantizar que en Italia no existe la muerte?".

Shahbaz luchó para cambiar la ley contra la blasfemia, pero sobre todo para cambiar una mentalidad que tiene sus raíces en los problemas del analfabetismo y la pobreza, debido a la difícil situación que viven estos países. Porque mientras en Italia la crisis produce algunas limitaciones, allá se trata de supervivencia.

Entre los resultados concretos de su muerte, ahora en Pakistán, de los 54 parlamentarios, dos son elegidos por las minorías.