Bolivia está dividida por cinco problemas, cuya solución no se vislumbra a corto plazo. Estos son los cinco contenciosos que enfrenta el país más pobre de Suramérica:
REUTERS, EL PAIS
– El gas natural.
Bolivia tiene 1,5 billones de metros cúbicos de gas natural, que constituyen la segunda reserva más grande de América Latina. La mayoría indígena aspira a que este recurso contribuya a la mejora de sus condiciones y pide la nacionalización del gas.
– Ley de Hidrocarburos.
El Congreso aprobó el pasado mayo una ley de hidrocarburos que impone una carga impositiva del 32% a las empresas extranjeras, además del ya existente 18% de regalías. Esta ley incrementó el control estatal, pero no cumplió las exigencias indígenas. Tras la aprobación se intensificaron las protestas.
– Inversión extranjera.
Un total de 12 empresas extranjeras, incluidas la brasileña Petrobras, la española Repsol YPF y la británica BG, han invertido 3.500 millones de dólares en el gas boliviano desde 1997. Las compañías aseguran que paralizarán las inversiones tras la nueva ley y que llevarán al Gobierno boliviano a los tribunales por incumplir el contrato.
– Poder indígena.
Aymaras, quechuas y guaranís constituyen el 65% de la población boliviana. Su influencia política ha crecido en los últimos años, especialmente tras la salida del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en 2003. El principal líder opositor, el indigenista Evo Morales, adquiere una creciente propularidad con vistas a los próximos comicios.
– Autonomía regional
. La élite blanca de las ricas provincias del este del país -tierras que albergan la mayor parte de las reservas de gas y de petróleo- lidera un movimiento autonomista que suscita malestar entre los indios del oeste. Después de que en enero tuvieran lugar movilizaciones autonomistas, el Congreso acordó promover la autonomía para las nueve provincias. No obstante, ante el escaso progreso de las aspiraciones del este, los autonomistas de la provincia de Santa Cruz han convocado un referéndum de autonomía.