Botín gana más dinero en Caimán y Bahamas que con Banesto

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Las restructuraciones de los balances de las entidades de crédito provocan situaciones curiosas. Una de ellas es la del Banco Santander, que ganó más dinero el pasado año con sus 15 filiales situadas en paraísos fiscales que con las 1.714 oficinas de Banesto.

Pese al buen rendimiento de sus negocios en territorios off shore, el grupo presidido por Emilio Botín va a cerrar este año seis de estas sociedades en estos emplazamientos.

Esas quince filiales aportaron 169 millones de euros al beneficio consolidado del grupo. Una cifra que, pese a suponer un descenso del 8,75% respecto al beneficio obtenido en 2010, fue superior a los 125 millones que ganó Banesto. La entidad participada por Santander en un 90% vio afectada su cuenta de resultados por una provisión extraordinaria de 400 millones debido a su alta exposición inmobiliaria.

Aunque esta dotación fue considerada especial, lo cierto es que Banesto, con su extensa red de oficinas, en las que emplea a más de 8.600 trabajadores, contribuyó menos al beneficio consolidado del grupo que los 180 directivos distribuidos por las 15 filiales en territorios en denominados off-shore. La mayoría están en Islas Caimán, Jersey e Isla de Man.

Según el informe de auditoría de Banco Santander, el grupo está en proceso de liquidar dos de esas subsidiarias y durante este año pretende cerrar otras cuatro más que ahora mismo tiene una “actividad muy reducidas” o en estado de inactividad. Tras las citadas bajas previstas, el banco mantendría un total de nueve filiales en paraísos fiscales.

Dos de esas compañías proceden de las compras de Abbey National y de Alliance & Leicester. Una de ellas está en Jersey, dedicada a la banca a distancia para clientes de origen británico no residentes en el Reino Unido. La otra está en la Isla de Man y su actividad está centrada en la captación de fondos a través de cuentas de activos y depósitos.

Caimán, otro país donde muchos inversores radican sus empresas para eludir al fisco, es uno de los paraísos preferidos por Santander. Allí tiene un banco inactivo, heredado del mexicano Serfin, pero sobre todo varias filiales emisoras, como Santander Central Hispano Financial Services, Santander Central Hispano Issuances, Santander Central Hispano International y Totta & Açores Financing Limited. Además, tiene otra en Guemsey, una pequeña isla situada en el Canal de la Mancha, entre Francia e Inglaterra.

Paraíso para las emisiones

Todas estas sociedades han sido utilizadas para poner en el mercado emisiones de participaciones preferentes y de deuda subordinada. Según el banco, una vez se produzca la amortización de las emisiones realizadas desde estas filiales, se procederá a su liquidación. Los bancos y sociedades, cuya actividad se ha detallado anteriormente, han contribuido en 2011 a los resultados consolidados del grupo con un beneficio de aproximadamente 23 millones de euros.

Adicionalmente, Santander mantiene  otras cuatro sucursales, tres en las Islas Caimán y una en Isla de Man (se prevé el inicio de la baja de esta última en 2012). Además, el grupo controla otras sociedades desde Brasil también domiciliadas en Caimán y participa en diversas inversiones financieras con residencia en paraísos fiscales, entre otras Asiabridge Fund I LLC, en Mauricio, The HSH Coinvest, Trust B, JC Flowers III –estas tres últimas también en el territorio británico de ultramar- y Olivant Limited, en Guernsey. Estas son utilizadas como tenedoras de valores o para el cobro de dividendos sin pasar por el fisco.

El banco asegura que se prevé que España firme un acuerdo de intercambio de información con Islas Caimán, por lo que este país dejará de tener la condición de paraíso fiscal a efectos de la legislación española. Una vez firmado este acuerdo, el Grupo mantendría cuatro filiales residentes fiscales en territorios off-shore en Isla de Man, Jersey y Guernsey.

Por último, Banco Santander tiene seis filiales domiciliadas en Bahamas, país que desde agosto de 2011 ya ha regularizado su situación gracias al acuerdo de intercambio de información entre el Reino de España y la Commonwealth de la isla situada entre Cuba y República Dominicana. En todas estas ganó 146 millones de euros.