CAMPAÑA POR LA JUSTICIA NORTE SUR: NO MATARAS
HAMBRE, PARO Y ESCLAVITUD INFANTIL: CRIMEN POLITICO
29 de septiembre jornada de ayuno público
«Cuando a centenares de millones de personas les falta el alimento, cuando millones de niños quedan irremediablemente marcados para el resto de su vida y miles de entre ellos mueren, no puedo callarme, no podemos quedarnos en silencio o inoperantes.»
Juan Pablo II.
Mensaje para la Cuaresma 1986
- 10:30 EUCARISTIA por los HAMBRIENTOS en la Parroquia de San Lorenzo
- 14:30 ENCUENTRO en la Plaza Santo Domingo
- 19:30 TEATRO y MITIN-CONCENTRACION en SOLIDARIDAD con los HAMBRIENTOS de la TIERRA en la Plaza de Santo Domingo
Durante todo el día, puestos de difusión de cultura solidaria en Laín Calvo, Arco de Santa María y Plaza Santo Domingo.
Organiza:
Movimiento Cultural Cristiano
Recientemente el Papa Benedicto XVI nos ha recordado que el hambre que padece millones de hermanos nuestros es un escándalo que requiere la atención de la comunidad internacional, «porque tenemos todos el deber de ocuparnos de nuestros hermanos«… «Estos seres humanos, ¿no son nuestros hermanos y hermanas? ¿Acaso sus hijos no vienen al mundo con las mismas esperanzas legítimas de felicidad que los demás?», preguntó.
«La hambruna también es provocada por el hombre y por su egoísmo, que se traduce en carencias en la organización social, una rigidez de las estructuras económicas demasiado a menudo dedicadas únicamente al lucro e incluso prácticas contra la vida humana y sistemas ideológicos que reducen a la persona, privada de su dignidad fundamental, a no ser más que un instrumento», lamentó el Papa. «El verdadero desarrollo mundial, organizado e integral, deseado por todos, exige al contrario conocer de manera objetiva las situaciones humanas, determinar las verdaderas causas de la miseria y ofrecer respuestas concretas.»
Benedicto XVI en la línea de la Doctrina Social de la Iglesia Católica ha exigido un nuevo orden económico. Tras citar un informe reciente de Naciones Unidas que reveló que desde 1990 no ha habido una reducción en el número de las personas que pasan hambre. «Hay ciertamente una necesidad de eliminar las causas estructurales ligadas al sistema de gobierno de la economía mundial, que destina la mayor parte de los recursos del planeta a una minoría de población», señaló el Papa y concluyó diciendo: «Cada persona y cada familia debe hacer algo para aliviar el hambre en el mundo, adoptando un estilo de vida y consumo compatibles con una creación segura y con criterios de justicia para aquellos que cultivan la tierra en cada país».
Todos somos solidariamente responsables. No debemos callar, nuestro silencio nos haría cómplices de los nuevos campos de exterminio. Hoy existen millones de personas, millones de niños, en campos de exterminio por hambre y esclavitud, que son técnicamente suprimibles si lo quisiéramos. No debemos silenciar este genocidio silencioso, el mayor escándalo que tiene hoy la humanidad. El holocausto del hambre abarca hoy, en un solo día, todo el espanto de las matanzas conocidas por las generaciones anteriores. Podríamos quizá excusarnos diciendo que «no soy el guardián de mi hermano». Pero esa es la respuesta de quien no tuvo escrúpulos de matar a su hermano y se hizo sordo al reproche divino: «¿Qué has hecho de tu hermano?«