La desfachatez de El País. Sobre Fernando Orgambides, director de El Correo de Andalucía –periódico propiedad del Grupo Prisa–, pesa desde hace tres meses una condena firme por acoso laboral a uno de sus redactores-jefe. El País informó (sic) hace dos días a sus lectores sobre la condena. Pero lo hizo omitiendo los dos datos más relevantes: el nombre del acosador; y que El Correo de Andalucía, al igual que El País, es propiedad del Grupo Prisa
Fuente: Periodista Digital
Sobre Fernando Orgambides, director de El Correo de Andalucía –periódico propiedad del Grupo Prisa–, pesa desde hace tres meses una condena firme por acoso laboral a uno de sus redactores-jefe. El País informó (sic) hace dos días a sus lectores sobre la condena. Pero lo hizo omitiendo los dos datos más relevantes: el nombre del acosador; y que El Correo de Andalucía, al igual que El País, es propiedad del Grupo Prisa.
Lunes, 23 Febrero 2004.- El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía –Auto de fecha 11 noviembre 2003– ha ratificado la sentencia del Juzgado de lo Social núm. 9 de Sevilla por la que se condena a El Correo de Andalucía, propiedad del Grupo Prisa, y a su director, Fernando Orgambides, por acoso laboral (mobbing) a Tomás Furest, redactor-jefe del diario desde 1979.
La sentencia señala que «estamos ante un claro supuesto de acoso laboral, que se concibe desde que es nombrado director el Sr. Orgambides, que busca deshacerse de las viejas guardias del periódico, desprestigiando su trabajo y su dignidad como persona y como profesional, pues durante todo el interrogatorio mantuvo una actitud errónea para un pretendido ejercicio del poder de dirección que le daba derecho a gritar, vociferar, humillar, insultar, etcétera, todo ello generalmente en público, actitud que fue minando la salud mental del actor, sin antecedentes hasta la fecha, y que se desencadena al no darle trabajo efectivo en la nueva sección, ni poner a su disposición los medios precisos para ello, con el consiguiente menoscabo de su dignidad profesional y en consecuencia la demanda debe ser estimada».
CARTA DE UN LECTOR
Estimados compañeros:
Seguramente sabréis que el diario El País publicó el pasado sábado en sus páginas de Economía un suelto informando de la condena por mobbing a El Correo de Andalucía.
Es muy probable que el diario se sintiera espoleado por la información publicada a su vez unos días antes por Periodistadigital en la que se establecía un certero paralelismo entre lo escandaloso que resulta que Alfredo Urdaci no dimita pese a estar condenado por manipulación y lo descarado de que tampoco lo haga ni sea destitutido Fernando Orgambides, director de El Correo, pese a estar condenado por mobbing, pecado no menos grave que el de manipular y, desde luego, mucho más feo y muchísimo menos común en el periodismo.
Imagino que a estas alturas ningún compañero sostendrá honestamente que las reglas éticas y deontológicas sólo rigen para los medios públicos pero no para los privados. Opino que los medios de comunicación no podemos ser fiscalizadores honestros y creíbles de la ética de los demás -políticos, obsipos, empresarios…- si al mismo tiempo no lo somos de nuestra propia ética. Aunque creo sinceramente que cometisteis un error en el desgraciado asunto King, también creo que Periodistadigital hace una excelente labor de difusión de las ocultas miserias laborales y profesionales de los medios en España.
Lo único que os pido es que tal empeño se vea enturbiado lo menos posible por el resentimiento y el revanchismo, tan gratos al periodismo español. La vuestra es una tarea que alguien tiene que hacer, a veces se trata incluso de un trabajo sucio, pero el buen periodismo siempre tiene algo de trabajo sucio y, además, alguien tiene que hacerlo, maldita sea.
La extrema resistencia de todos los medios (no sólo los del Prisa, tan eficientes y prestigiosos por otra parte) a informar sobre la condena por mobbing a El Correo es la mejor prueba de que Periodistadigital es necesario. ¿Que se equivoca alguna vez? Pues, claro, pero es que en esta profesión únicamente no se equivocan aquellos que nunca cuentan nada de interés.
Fdo: Octavio Cerro