Cae un mito sanitario sobre el inmigrante

2496

Un estudio revela que los inmigrantes consumen menos recursos del sistema público. A igual edad y enfermedad, los extranjeros utilizan menos a los médicos.

Un mito se desvanece a fuerza de datos: la inmigración está lejos de suponer un lastre para la sanidad madrileña. De hecho, los inmigrantes utilizan menos el sistema sanitario y, cuando acuden al médico, resultan ser pacientes menos costosos.Un estudio desarrollado en la Gerencia de Atención Primaria de la Consejería de Sanidad ha establecido que, a igual edad y enfermedad, los extranjeros que provienen de países con rentas bajas (IPRB) visitan menos al médico de familia, consumen menos medicamentos y presentan menos casos. Además, se lo piensan más antes de ir a los especialistas y una vez ingresan en un hospital son más baratos en cuanto a pruebas y tratamientos antes de conseguir el alta.  El doctor  Ángel Alberquilla, al frente del informe radicado en la antigua Área Sanitaria 11, explicó a ADN que la investigación nació ante "la idea que empezaba a extenderse de que si la sanidad se estaba colapsando era por el abuso de la población inmigrante". Los datos desmienten esta imagen tanto en la Atención Primaria como en la Especializada.

Gasto farmacéutico

El recuento y análisis del doctor Alberquilla, que reveló la semana pasada en el hospital Ramón y Cajal, evidencia que los ciudadanos españoles acuden más al centro de salud, sea cual sea su edad. Y que cada español reseña, de media, 7,35 episodios por paciente. Los inmigrantes presentan 5,05. Los que menos, los asiáticos; y los que más, los provenientes del Magreb. Al hablar de sostener la financiación de la sanidad pública siempre se alude al gasto en medicamentos subvencionados. La Comunidad gasta unos 1.300 millones de euros al año en recetas. En este sentido, el doctor Alberquilla ha establecido -y subrayado su importancia- que el consumo medio de farmacia de los inmigrantes es  350 euros inferior al de los autóctonos: 95 los primeros por 446 los segundos. Los grupos que menos consumen son los europeos de renta baja seguidos por los de América latina.

Uso de hospitales

Un mayor porcentaje de españoles que de inmigrantes acude al hospital. Pero, según el análisis de los casos resueltos, cada alta de un autóctono consume una media de  6.759 euros por los 4.710 de los IRPB lo que supone un diferencia del 30%. En la primera visita al especialista, la demanda de pruebas para hacer diagnósticos (mamografías, resonancias, ecografías…) en casos de pacientes nacionales casi dobla la de los extranjeros. Y en el último capítulo, el estudio de Alberquilla se fija en el uso de las urgencias, el punto más vulnerable a la hora de saturar el sistema. En el hospital 12 de Octubre el 44,6% de la población española acudió alguna vez a este servicio por un 40% de los inmigrantes.

Cifras

  • 100 euros: de diferencia hay entre el parto de una española y el de una inmigrantes. El estudio desvela que ese proceso cuesta, de media, 2.880 euros en casos de nacionales y 2.758 cuando da a luz una inmigrante de país de renta baja.

  • Un 100%. Más cuesta el alta hospitalaria de la población autóctona de media a cada habitante. Si los 6.759 euros del alta suponen 500 euros por español, las curaciones de inmigrantes (4.710) son 251 por ciudadano.

  • 1,7 visitas al especialista por habitante español y año se registraron en el estudio. Los latinoamericanos acuden una vez y los magrebíes 0,8, al igual que los subsaharianos. Los asiáticos, sólo 0,2 veces.

LAS CLAVES

  1. Utilización más baja: el registro de historias clínicas, consultas, técnicas, urgencias y odontología indican que la población inmigrante utiliza menos el sistema sanitario.

  2. Más baratos: una vez atendidos, los inmigrantes implican menos gasto farmacéutico y obtienen las altas, según el estudio, con un menor consumo de recursos.

  3. Edad y salud: el documento supera la idea de que los inmigrantes, al ser una población más joven, acuden menos al médico por tener aún mejor salud, ya que compara los grupos por edad y enfermedad.

  4. Grupos distintos: hay diferencias notables según la procedencia. Los que más consumen son los americanos y los magrebíes. Los que menos, los asiáticos.