Carta de Nicola Sacco, obrero anarquista, a su hijo pequeño desde la cárcel, poco antes de ser ejecutado.» Creo que nuestro afecto recíproco es hoy más profundo que en cualquier otro momento, pues no sólo es muy grande, sino que se puede comprobar el amor fraterno no solamente en la alegría, sino también en la lucha y en el sufrimiento. Recuerda esto, Dante. Hemos demostrado esto y, modestia aparte, estamos orgullosos de ello.
Pero recuerda siempre Dante que el juego de la felicidad no tienes que usarlo para ti solo, sino mirar un paso detrás de ti, ayudar a los débiles que piden ayuda, ayudar a los perseguidos, a las víctimas, que son tus mejores amigos, son los camaradas que luchan y caen, como cayeron ayer tu padre y Bartolo por la conquista de la alegría, de la libertad para todos y para los trabajadores pobres. En esta lucha por la vida encontrarás más amor y serás amado».
Nicola Sacco,