El prohombre de Prisa, la mano ejecutora de los designios de Polanco, el amigo de Felipe González, el ‘faro’ ideológico que guía los pasos de la izquierda española, ya saben, la paz, la solidaridad, la ayuda a los más desfavorecidos y por ahí, se está levantando una vivienda unifamiliar de más de 1.000 metros cuadrados nada menos que en La Moraleja, la urbanización más cara y elitista de Madrid y probablemente de toda España… Se comprende, claro, que Cebrián quiera pasar lo más inadvertido posible, que el hombre, además de rico, es listo y prudente y cínico en grado sumo, porque hace falta ser muy cínico para hacerse semejante casoplón en La Moraleja y defender luego a capa y espada en El País las soluciones habitacionales de 30 metros cuadrados de la ministra Trujillo…
Jueves, 07 de julio de 2005
Elconfidencial.com
Juan Luis Cebrián, Janli para los amigos, va a poder codearse a partir de ahora con lo más selecto del lugar. El prohombre de Prisa, la mano ejecutora de los designios de Polanco, el amigo de Felipe González, el ‘faro’ ideológico que guía los pasos de la izquierda española, ya saben, la paz, la solidaridad, la ayuda a los más desfavorecidos y por ahí, se está levantando una vivienda unifamiliar de más de 1.000 metros cuadrados nada menos que en La Moraleja, la urbanización más cara y elitista de Madrid y probablemente de toda España. Se trata de un inmueble de moderno diseño –qué menos, tratándose de izquierda tan exquisita- y doble planta, luminoso por los tragaluces previstos para el techo, de paredes blancas como una paloma, aunque las obras no permiten asegurar que el color final vaya a ser ese (VER FOTO).
El casoplón se levanta sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados comprados a la Iglesia, o mejor dicho, a la orden de las hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, que han debido hacer buen negocio, aunque ni ellas mismas saben a cuánto asciende la operación: «Le vendimos el terreno a un periodista muy famoso, ¡sí, ese, el señor Cebrián!, pero no le puedo decir por cuánto, eso lo saben los superiores y no creo que se lo digan, ni él tampoco, claro». En efecto, ni los superiores ni el interesado hablan del tema con la prensa. Un portavoz del grupo Prisa reconoció ayer la noticia a este diario, aunque pidió «por favor no dar la dirección, porque este señor está amenazado». ¿Cuánto vale el metro cuadrado en la Moraleja? Estimaciones de expertos del sector señalaron ayer que la operación, con la casa ya construida, puede andar entre los 800 y los 1.000 millones de las antiguas pesetas.
El consejero delegado de Prisa pasará a engrosar la nómina de ricos de ese particular gueto de grandes fortunas que es La Moraleja, en el que tendrá por vecinos, un par de casas más arriba, a Javier Gúrpide –ex BBVA- y, en frente, a los Milans del Bosch, una mansión en la que en su día vivió el famoso teniente general que dirigió el ‘golpe’ del 23-F. A las monjas les ha venido Dios a ver, dicho con todo respeto, porque así «podremos hacer unos arreglillos en la iglesia, que siempre vienen bien», dice una de las hermanas. «Pero yo no le he contado nada, que a mí esto ni me va, ni me viene».
Ahora mismo, el terreno –que se ve extenso y con muchas posibilidades- es un madrigal lleno de excavadoras, hormigoneras, albañiles y algún que otro aparejador ‘ojeando’ la marcha de las obras, aunque ninguno quiere abrir la boca: «¿Periodista? No, no podemos decir nada». Se comprende, claro, que Cebrián quiera pasar lo más inadvertido posible, que el hombre, además de rico, es listo y prudente y cínico en grado sumo, porque hace falta ser muy cínico para hacerse semejante casoplón en La Moraleja y defender luego a capa y espada en El País las soluciones habitacionales de 30 metros cuadrados de la ministra Trujillo, y encima decir que ese es el sueño de todo joven español que se precie. Pero ya se sabe: la izquierda y yo somos ansí, señora.