China atrae a la banca internacional

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Las entidades financieras occidentales pugnan por participar en colosos públicos del gigante asiático .Los inversores internacionales se han vuelto locos, a juzgar por la frenética actividad en el sector bancario chino. En los últimos meses se han lanzado a la compra de participaciones en los grandes bancos estatales chinos para ganar posiciones de cara a la apertura del sector, a finales del 2006…

El HSBC, UBS y Citigroup se pelean con el francés BNP Paribas, el Deutsche Bank y el Temasek de Singapur por ser accionistas minoritarios de los colosos públicos chinos.

La apuesta está clara: 1.300 millones de clientes requieren una red de oficinas, productos y servicios que la banca extranjera aún no está preparada para ofrecer por sí sola. Necesita el apoyo de entidades locales, sus contactos y su cartera de clientes. Aunque los ingresos del chino medio son menores a los de otros países, la población existente y su carácter ahorrador disparan las cifras. En total,1,37 billones de euros en depósitos (227,9 billones de pesetas).

A Pekín le interesa el capital y, sobre todo, la gestión extranjera. Quiere sanear su deficitario sector bancario antes de que la competencia lo destruya. Si la banca china no mejora el servicio y la competitividad perderá millones de clientes el primer año. Ahora es un matrimonio de conveniencia. Más adelante, podría ser la guerra.

Las corporaciones internacionales (bancos comerciales y de inversión) han puesto ya sobre la mesa 14.343 millones de euros para adquirir un máximo del 20% en los gigantes estatales: el Banco de China, el Banco de Construcción de China, el Banco Industrial y Comercial de China y el Banco de Comunicaciones. Considerando que estos bancos acumulan 92.000 millones de euros en préstamos fallidos, las operaciones difícilmente serán rentables en pocos años.

«Es una tendencia a largo plazo. No hay muchas empresas que hayan ganado grandes sumas de dinero en el sector bancario chino, pero el potencial está ahí», opina Peter Thorne, experto agente de bolsa de Zúrich. Los beneficios no pueden ser rápidos, en parte por las limitaciones que China impone a la inversión extranjera: un máximo del 25% del valor líquido en los bancos, y un máximo del 20% para cada inversor individual. Al revés que en Japón o en Corea del Sur, donde las grandes compañías pudieron adquirir bancos enteros y rentabilizarlos; en China el límite oficial es una traba. Sólo Newbridge Capital logró controlar un banco, el Banco de Desarrollo de Shenzhen. Con su 20% es el accionista mayoritario.

Y la avalancha de inversiones sigue. El HSBC, mayor banco británico, tiene participación en tres entidades. También el suizo UBS, Temasek Holdings (institución inversora del Gobierno de Singapur) y el Royal Bank of Scotland participan en el Banco de China. Goldman Sachs, American Express y Allianz tienen acuerdos para comprar el 10% del mayor banco chino en volumen de préstamos (Banco Industrial y Comercial de China). Bank of America compró un 8% del Banco de Construcción de China.

Locales y provinciales

No sólo los grandes bloques estatales están en venta. Existen 112 bancos de gobiernos locales y provinciales que son incluso más atractivos, más baratos y más fáciles de gobernar, dicen los analistas. El francés BNP Paribas adquirió así el 20% del Banco Comercial de la ciudad de Nankín; General Electric se sumó a Newbridge adquiriendo el 7% del banco de Shenzhen. Y Standard Chartered, el 20% del Banco de Bohai, el primero de nueva creación en China en 16 años.

Las inversiones son arriesgadas, y algunos prefieren la cautela. El presidente del BBVA, Francisco González, aboga por una estrategia «distinta» a la de los competidores. Bancaja, con contactos con el Banco de China, no ha invertido en la entidad, aunque sí habla de colaborar. Algunos analistas opinan que es una actitud sabia: esperar y ver. Al fin y al cabo, el 75% de los bancos aún está por vender.

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5 de octubre de 2005