Clonación humana: atentado a la dignidad humana que resulta ineficaz para la ciencia

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Las células madre obtenidas de embriones están causando tumores y suponen la destrucción de un ser humano en sus primeras fases de desarrollo. Clonar a una persona supone pasar los limites más elementales de la ética y el humanismo.

El investigador Shokhat Mitalipov y un equipo de científicos de la Oregon Health & Science University y del Centro de Investigación Nacional de Primates de Oregon (EE.UU.) han obtenido, por primera vez, células humanas a partir de técnicas de clonación. La noticia ha saltado a la opinión pública mundial tras un artículo publicado en la revista Cell y la relevancia del hallazgo parece estar en que pueden obtenerse células madre embrionarias (transformables en diversos tipos de tejidos), que podrían utilizarse para autotrasplantes evitando el rechazo.

¿Qué es lo nuevo?

Esta nueva técnica, llamada “transferencia nuclear de células somáticas o SCNT”, consiste en extraer el núcleo de una célula humana diferenciada (de piel, en el reciente experimento) e introducirlo en un óvulo humano, al que previamente se ha quitado su núcleo propio. Los investigadores han conseguido que se produzcan blastocistos (procesos embrionarios tempranos) humanos, de los que se extraerán las células madre embrionarias. Además, estas células tienen la ventaja de no producir rechazo si se aplican a la misma persona de las que proceden las células de piel por las que se inicia el procedimiento.

Andrew Pollack, en el New York Times, informa que el Dr. Mitalipov y sus colegas ya habían creado células madre de mono por clonación en 2007, y desde entonces han estado investigando con células humanas. En 2005 los surcoreanos Woo Suk Hwang y Shin Yong Moon, de la Seoul National University, afirmaron haber conseguido lo mismo, pero aquello resultó ser un fraude

¿No hay otro modo de obtener células madre?

Yamanaka, Premio Nobel de Medicina en 2012 , había logrado obtener células madre pluripotentes a partir de células madre adultas mediante un proceso de reprogramación que las reconducía hasta estadios en que se comportan como embrionarias. Estas células madre llamadas pluripotentes inducidas (iPS) no tienen ningún reparo ético, pues no proceden de la destrucción de un embrión. Pero parece ser que con la reprogramación se podían producir algunas alteraciones celulares inesperadas. Con el nuevo descubrimiento, según sus protagonistas, el citado inconveniente desaparece.

También hay que tener en cuenta que algunos investigadores han logrado producir células iPS a partir de células adultas, sin pasar por reprogramaciones celulares a un estado similar al embrionario, como hizo Yamanaka. Mickie Bhatía, de la Universidad McMaster de Ontario, ha transformado directamente células de la piel en sanguíneas. Juan Carlos Izpisúa, director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, ha logrado transformar células del cordón umbilical de recién nacidos en neuronas.

Conviene recordar que la mayor parte de células madre se obtienen de tejidos adultos. El catedrático de genética Nicolás Jouve explica que en enero de 2013 se habían registrado en el mundo 4.222 ensayos clínicos con células madre adultas –117 de ellos con producción de células IPS– y tan solo 26 con células embrionarias.

¿Tienen eficacia terapéutica?

Cabe plantearse la utilidad de estas nuevas células madre embrionarias, pues tales células han mostrado repetidamente una gran tendencia a generar tumores. Comentando el nuevo procedimiento de la Universidad de Oregón, la catedrática de Bioética Mónica López Barahona ha declarado a la cadena Cope que las células madre embrionarias “generan tumores de muy alta agresividad y por tanto la enfermedad que se pretende curar no puede curarse porque el modelo animal, el ratón o el mono, muere antes. La eficacia terapéutica, a fecha de hoy, de las células madre embrionarias está altamente cuestionada (…) Hoy son más de cuatro mil los ensayos clínicos que se están llevando a cabo para enfermedades de difícil cura y no hay ningún ensayo clínico aprobado con células madre embrionarias”.

¿La nueva técnica utiliza embriones humanos?

Los investigadores protagonistas afirman que no han utilizado óvulos fecundados y que lo que se ha formado muy probablemente no puede dar lugar a un nacimiento: “Creemos que hay algo en el proceso de manipulación que hace imposible un embarazo exitoso y, por eso, asumimos que está técnica no podría ser utilizada para producir clones humanos, como probablemente crean algunos”, afirma Mitalipov. Investigaciones similares con monos superiores nunca han producido un feto viable.

Respecto a la opinión de otros especialistas, según informa el diario ABC, Anna Veiga, directora del Banco de Líneas Celulares del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, afirma que el nuevo hallazgo “es la primera constatación de que la técnica que había funcionado hasta ahora en modelos animales también resulta efectiva en humanos”.

Felipe Prósper, experto en terapia celular de la Clínica de la Universidad de Navarra, sostiene que “con reprogramación celular y células iPS (la técnica que ideó Yamanaka) ya podemos obtener células para autotrasplante sin problemas éticos. No necesitamos seguir el camino de la Universidad de Oregón”. Prósper defiende el valor científico del nuevo trabajo pero insiste en que “abre una puerta peligrosa”, pues se ha dado el primer paso para clonar seres humanos.

Mónica López Barahona afirma también que Mitalipov y su equipo “han generado un embrión humano por clonación utilizando la misma técnica que se utilizó para clonar la oveja Dolly (…), y por tanto, nos encontramos frente a un fenómeno de clonación en sentido estricto. La cuestión está en que han dejado crecer el embrión, han permitido su desarrollo hasta que ha alcanzado el mayor número de células madre embrionarias para poder utilizarlas en ulteriores investigaciones y consecuentemente para obtener esas células hay que matar al embrión”. Por esto, para López Barahona esta técnica “es éticamente inaceptable”.

A la luz de lo visto, los blastocistos producidos por el nuevo procedimiento son embriones humanos, aunque quizás no viables para nacer, por ahora. Es relevante tenerlo en cuenta porque el Tribunal de Justicia Europeo, en una sentencia del 18-10-2011, ha excluido que se puedan patentar los resultados de investigaciones logradas con la destrucción de embriones o su utilización como materia prima.

Fuente: Aceprensa