Colombia: aborto por reinterpretación

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Mensaje del Cardenal Rubiano Sáenz. Aborto por imposición internacional: las fundaciones Ford y Rockefeller; el Population Council y la IPPF. La Justicia de Género. El Protocolo del CEDAW

Por Elena Brañas

Mensaje del Cardenal Rubiano Sáenz

Ante la posibilidad de la despenalización del aborto en Colombia, usando el camino de la reinterpretación de la ley por parte de la Corte Constitucional, el 24 de mayo, el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal, dirigió un enérgico mensaje a la nación.

Dice el Cardenal: «La situación del País en lo que hace relación a los delitos contra la vida, es altamente preocupante», son diarios los hechos de sangre y violencia «que nos avergüenzan ante el mundo y nos ubican como uno de los países donde menos se respeta la vida humana». (…)

«Una vez más queremos alzar nuestra voz en defensa de la vida. La Constitución Política de Colombia establece en el artículo 11: ‘El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte’».

«Todo hombre abierto sinceramente a la verdad y al bien, descubre con la luz de la razón, el valor sagrado de la vida. En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política».

«El Concilio Vaticano II denunció los numerosos delitos y atentados contra la vida humana, en una página de dramática actualidad: ‘todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad y la dignidad de la persona humana, son ciertamente oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador’».

«No entendemos por qué se quiere pretender, que la Corte Constitucional, llamada a preservar la letra y el espíritu de nuestra Carta magna, declare la inexequibilidad del artículo 122 de la ley 599 del año 2000 que penaliza el aborto en Colombia». (n de la r: inexequibilidad: imposibilidad de cumplir)

«Nos preguntamos ¿por qué habría de aceptarse una práctica antihumana precisamente en el momento en que la idea de los derechos humanos parece haber obtenido un reconocimiento universal e incondicional? y ¿por qué hay también cristianos que piensan que la normativa sobre la vida humana debería entrar en el juego de los necesarios compromisos de la vida política?», y continúa el cardenal preguntándose por qué la injusticia y crimen se deben convertir en un derecho.

Reconociendo las desigualdades sociales que sufre la sociedad colombiana, continúa el Cardenal Rubiano: «Pero el aborto no es, ni de lejos, la solución a estos males. El aborto no va a poner término a las relaciones sexuales indeseadas, ni a la violencia física, sicológica y sexual, ni al contagio de infecciones de transmisión sexual, ni a la violación, el abuso y el acoso sexual. Tampoco a los altos porcentajes de embarazo y maternidad en adolescentes».

«Sabemos que, de hecho, las conductas delictivas se incrementan en una sociedad que favorece la impunidad y el permisivismo moral».

«El derecho a la libre opción de la maternidad y de la paternidad, debe entenderse en el sentido de que tanto el hombre como la mujer son libres para engendrar un hijo, pero no en el sentido de que una vez engendrado, puedan decidir si permiten o no que nazca». (…)

«Comprendemos los grandes sacrificios que muchas mujeres deben hacer para poder llenar en sus hogares el vacío de un hombre irresponsable y sobrevivir en condiciones de pobreza. Pero, aceptando que el movimiento de emancipación de la mujer, en cuanto tiende a liberarla de todo lo que constituye una injusta discriminación está perfectamente fundado, no se puede cambiar la naturaleza, ni sustraer a la mujer, lo mismo que al hombre de lo que la naturaleza exige de ellos». (…)

«Recordamos, finalmente a los fieles católicos, la enseñanza constante de la Iglesia, según la cual nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano, mucho menos cuando se trata de una criatura inocente e indefensa; ninguna autoridad puede legítimamente imponerla ni permitirla», concluye el mensaje.

Aborto por imposición internacional

El 27 de mayo se conoció otro comunicado de ex-senador de la República, Carlos Corsi Otálora, presidente de la organización Laicos por Colombia, en el que, con el título «Ante el Genocidio que Llega», se denuncia una vez más el «colonialismo demográfico», origen de los intentos para legalizar el aborto. «En el año 2005, de cada 100 habitantes del planeta, 5 vivirán en la opulencia y 95 en la miseria. El escenario ya está siendo y será el de una isla de epulones sentados a la mesa rodeados de un océano de lázaros».

Afirma el comunicado que «en vez de promover la justicia social internacional y el desarrollo en la solidaridad, el poder económico que domina en la globalización resolvió detener el crecimiento de la población en el mundo al fijar como meta el ‘crecimiento demográfico 0’». (…) «El medio principal para alcanzar ese criminal propósito es la masificación del aborto, porque con él no sólo millones de hijos indefensos e inocentes son asesinados, sino que se mata el corazón de la patria pues al inyectarle el veneno de la pérdida del amor a la vida, deja de latir».

Denuncia el ex-senador que «el poder totalitario que ha venido conspirando para imponer el genocidio que implica la legislación del aborto en Colombia, está representado por las fundaciones Ford y Rockefeller, los órganos ejecutivos son el Population Council y la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF). Durante más de 25 años intentaron obtener la despenalización que es la puerta para que entre la difusión masiva del aborto. El Congreso de la República, con dignidad y bien informado del genocidio, archivó año tras año los proyectos de ley pro-aborto». Postura que sostuvo en repetidas ocasiones la Corte Constitucional, hasta el punto que ya dicha materia constituye cosa juzgada.

«Ahora estamos -sigue diciendo- ante la mayor amenaza: el poder mundial totalitario se enteró de que varios magistrados de la Corte Constitucional han expresado que son partidarios de legalizar el aborto, la mayoría se habría obtenido en la Corte elegida a finales del año 2000. Para aprovechar la coyuntura, la fundación Ford y la IPPF financiaron el proyecto ‘Litigio de Alto Impacto en Colombia, la Inconstitucionalidad del Aborto–iniciativa LAICIA’ de la o­nG denominada Women´s Link Worlwide».

«Carol Giardina, en conferencia dictada en la Universidad de Nueva York a finales de marzo de este año, informó sobre el proyecto LAICIA para pedir apoyo, la IPPF ratificó lo dicho el 13 de abril de 2005. Al día siguiente se presentó la demanda ante la Corte Constitucional de Colombia para pedir la legalización completa del aborto por simple decisión de la mujer y hasta el momento del parto».

«Es una mentira hacerle creer a la opinión pública que tal demanda se refiere a casos de excepción exclusivamente, pues a éstos los pide subsidiariamente, esto es, que se les dé curso si se niega la petición principal de legalización total del aborto, y lo hace en forma tal que su reconocimiento conduzca al mismo resultado». (…) «Por razones de técnica jurídica, Women´s Link Worlwide no figura como demandante sino que obra a través de la directora de su departamento de Justicia de Género, la Dra. Mónica del Pilar Roa López».

«Si la Corte Constitucional abre las puertas al genocidio que llega, será rea ante la historia, pero también quienes habiéndonos informado no hagamos sentir nuestra voz de protesta ante este Tribunal».

«Simultáneamente, debemos proseguir en la lucha por la justicia social dentro del desarrollo humano integral solidario, cuyo fundamento es la defensa de la vida, el fortalecimiento del matrimonio y la familia, la promoción integral de la mujer, la protección del niño antes y después del nacimiento y, sobre todo, el apoyo y educación de la juventud en diálogo con ella, que a pesar de padecer la agresión de la mentira social y sistemática y la corrupción que conlleva el genocidio, es formidable realidad y esperanza de la patria».

El Protocolo del CEDAW

Sancionada su ratificación el año pasado por el Senado, la presión feminista sobre la Cámara de Diputados que aún no ha tratado el proyecto, se intensificó este año, pues su objetivo para América Latina es que Argentina, Colombia, Chile y El Salvador ratifiquen el Protocolo para poder exigir la legalización del aborto y otras leyes inicuas por la vía de los «compromisos a los tratados internacionales contraídos por el país».

30/05/05