Campaña Permanente: «POR LA JUSTICIA EN LAS RELACIONES NORTE-SUR.» Contra las causas del hambre, el paro y la esclavitud infantil.
Actualmente, ocho de cada diez personas sufren hambre en el mundo. Cada día 50.000 niños mueren por esta causa. El 82% de la humanidad vive en condiciones de pobreza. Mientras en España se superan los 24.000 euros de renta per cápita, 2.000 millones de personas en el mundo viven con menos de dos euros al día.
Sin embargo, hoy, en pleno siglo XXI, el hambre es evitable porque existen alimentos, tecnología y recursos suficientes para atender adecuadamente a una población mucho mayor que la actual. Afirmamos que no existe voluntad política para acabar con el hambre en el mundo.¡Es un Crimen Político!
Más de 400 millones de niños esclavos, mientras que se gasta diez veces más en armamento que en ayuda humanitaria. Más de 1.500 millones de personas que están en paro o subempleados. Más de 7.000 inmigrantes que mueren anualmente en nuestras costas.
Este acto solidario, organizado por el Movimiento Cultural Cristiano, Camino Juvenil Solidario y el partido SAIn (Solidaridad y Autogestión Internacionalista), se enmarca en la Campaña Permanente «Por la Justicia en las Relaciones Norte-Sur» que lleva más de 25 años denunciando este sistema político y económico imperialista, en el que España y la Unión Europea, forman parte decisiva, con todas sus instituciones.
La situación de millones de personas que emigran es PLANIFICADA por los poderosos, cuyo objetivo es consolidar la UE como pilar económico a nivel mundial, y mantener el equilibrio demográfico ante una Europa envejecida.
Los informes de la propia Unión Europa afirman que Europa necesita 52 millones de personas inmigrantes hasta el 2060, para mantener su crecimiento económico y sus pensiones.
Existe un auténtico mercado de esclavos seleccionados desde los países empobrecidos para posteriormente, etiquetarlos legalmente en Europa según las necesidades del mercado que decide cuántos inmigrantes necesita, en qué trabajos, de qué países…
La inmigración es un robo de personas de los países empobrecidos. Les robamos sus riquezas naturales y financieras. Ahora también a sus gentes, generaciones jóvenes, familias enteras…
En España, hace tan sólo unas décadas, tuvieron que emigrar millones de españoles. No podemos olvidar nuestras raíces ¡España ha sido y es país de emigrantes!
Este nuevo curso se inicia con dos directivas europeas contra los trabajadores:
La Unión Europea, con el beneplácito del gobierno español, ha aprobado una normativa que permite retener en Centros de Internamiento, a las personas inmigrantes por un período de dieciocho meses, sin la intervención del juez; la autorización de deportaciones masivas; el endurecimiento del FRONTEX y en consecuencia el asesinato de personas para que no lleguen a las costas europeas.
Con poco tiempo de diferencia, los Ministros de Empleo de la Unión Europea han aprobado una nueva Directiva de tiempo de trabajo que permite ampliar la jornada laboral máxima a 65 horas semanales y permite la desigualdad de trato durante tres meses hacia los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal. Supone legalizar la esclavitud laboral, que ya existe. No hay legislación tan antifamiliar como la laboral.
Hoy Europa es más insolidaria que ayer. El mismo suelo europeo, que vió nacer un movimiento obrero de la solidaridad, está siendo testigo de la traición a siglos de luchas por la dignidad del trabajo, bendiciendo la explotación laboral y decretando la caza del inmigrante.
Hambre, paro, esclavitud infantil… seguirán existiendo mientras se mantengan unas relaciones políticas y económicas injustas.
Por tanto, exigimos a nuestros políticos que se tomen las medidas necesarias para que los países enriquecidos dejemos de robar a los países empobrecidos, para que nadie se vea forzado a emigrar y a poner en peligro su vida.
¿Cómo juzgará la historia a nuestro continente, que teniendo los mayores medios tecnológicos de toda la historia, pone sus esfuerzos en blindar sus fronteras para que no lleguen los inmigrantes o si llegan, devolverlos o matarlos por el camino con rutas cada vez más largas…?
Ante la realidad de la inmigración no es válida la actitud de los partidos políticos, y del gobierno, que deciden cuándo un ser humano es legal o ilegal en función de las necesidades del mercado.
Como ha defendido siempre la Iglesia católica, los países empobrecidos tienen derecho a no emigrar. Es urgente una acción eficaz contra las causas que provocan esta situación injusta, otra nueva sociedad, un cambio estructural que permita el desarrollo de los países empobrecidos. Defendemos la dignidad de los inmigrantes como personas y no como mercancía.
Se realizarán actos en las calles por toda la geografía española en este nuevo curso 2008-09 de la Campaña Permanente «Por la Justicia en las relaciones Norte-Sur»