Concentración de la riqueza y holocausto demográfico

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Queda claro que la eliminación sistemática de seres humanos es lo que permite asegurar este control planetario de recursos por parte de este poder plutocrático imperialista.

I. NUEVO ORDEN MUNDIAL Y CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA

Cuando se habla de Globalización o Nuevo Orden Mundial se hace referencia al proyecto político de dominio y control del mundo por parte del capitalismo financiero moderno, fundamentalmente especulativo, a través de las grandes familias bancarias europeas anglosajonas y angloamericanas y de las grandes corporaciones industriales.

En otras palabras, el Nuevo Orden Mundial significa la primacía y preponderancia política y económica que ha adquirido el poder financiero internacional que por un lado se ha independizado y aislado del proceso productivo económico le posibilita la depredación de riquezas y recursos y el acaparamiento de los mismos, y que por otro lado se ha "apropiado" de las estructuras políticas gubernamentales y estatales de los países enriquecidos para imponer su política. Este dominio mundial se ha estructurado a través del ejercicio fáctico de un Único Gobierno Mundial, que implica la globalización económica (el mundo como una única unidad productiva), el debilitamiento de los Estados-Nación y su reemplazo por la soberanía supranacional de una elite (tal como lo explicitó David Rockefeller en junio de 1991), el sincretismo cultural-religioso y la ONU como sistema supranacional para imponer las políticas Poder Financiero transnacional.

Que este proceso fue diseñado y planificado lo certifica un miembro del establishment americano, Carrol Quigley, quien a mediados de los ’60 puso al descubierto ese proyecto mundialista globalizador por parte del poder financiero mundial, ya a comienzos del siglo XX: «los poderes del capitalismo financiero tenían otro propósito de largo alcance, nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas, capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo como un todo».

El poder financiero mencionado por Quigley ha orientado el desarrollo económico y social del mundo hacia la paulatina e incesante acumulación de la riqueza en sus manos, produciendo el siguiente resultado histórico al finalizar el siglo XX: el 2% de los adultos del mundo poseen el 51% de la riqueza; los Estados Unidos, Europa Occidental y Japón-Australia concentran el 88% de la riqueza mundial [34%, 30% y 24% respectivamente], en una proporción en la que 1 persona gana u$s 1.000 — 9 personas ganan u$s 1.- cada una; mientras que 3.700.000.000 habitantes en el mundo [57% de la población mundial] perciben un ingreso de 1 ó 2 dólares por día.

II. NUEVO ORDEN MUNDIAL Y HOLOCAUSTO DEMOGRÁFICO PLANETARIO

Es así que al mismo tiempo que se inició la ofensiva económica, financiera y política sobre los países del Tercer Mundo por parte de la oligarquía financiera-industrial nucleada básicamente en la Comisión Trilateral, se diseñó y promovió el Holocausto demográfico mundial.

Los documentos «liminares» de este proyecto son: 1. Declaración sobre población por parte de 30 líderes mundiales (1966), en el que se plantea que el crecimiento poblacional sin control representa un peligro para la paz mundial y que los hijos son causa de la pobreza de los padres, razón por la cual sanciona dogmáticamente como derecho humano básico decidir la cantidad de hijos y el espaciamiento entre ellos, desplazando el derecho a la vida como derecho fundante; 2. Proclamación de Teherán (1968), presentada en la Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos, en Irán: «[…] Los padres tienen el derecho humano fundamental de determinar libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos»; 3. Población mundial: Un desafío para las Naciones Unidas y su sistema de agencias (1969), en el que se urge a todos los organismos de la ONU para que colaboren en el esfuerzo antinatalista: Banco Mundial, OMS, UNESCO, FAO; 4. Población y el futuro americano (1972): elaborado por la Commission on Population Growth and the American Future [Comisión Rockefeller, presidida por John Davison Rockefeller III], en el que se diseña toda la estrategia para el control de la natalidad en Estados Unidos; 5. Memorando 200/74: elaborado en 1974 por Henry Kissinger, en su función de consejero de Seguridad Nacional, en el que se oficializa el control del crecimiento poblacional como estrategia para salvaguardar la seguridad nacional de los Estados Unidos y sus intereses de ultramar, planteando los objetivos de «tomar medidas que reduzcan la fertilidad [a nivel mundial] en las décadas de 1970 y 1980», posibilitar con ello el crecimiento económico y el ingreso per capita de los países en desarrollo, de manera de evitar conflictos sociales y políticos que pongan en peligro el suministro de los recursos que los países en desarrollo poseen y que el mundo desarrollado necesita, «acomodar un crecimiento poblacional continuo de hasta 6.000 millones de personas para la mitad del siglo XXI» y «mantener el nivel final tan cercano como sea posible a 8.000 millones» hacia el año 2075, impidiendo que alcance la cifra de 10.000 millones ó 13.000 millones de habitantes en el mundo. Sobre todo, insiste en las tácticas de disimular las actividades de Estados Unidos en el ámbito poblacional, mediante acciones y agentes que actúen dentro de los países empobrecidos, y de enfatizar el derecho de los individuos y parejas a determinar libremente responsablemente el número y espaciamiento de sus hijos; 6. Decisión Presidencial de Seguridad Nacional 314/75: En 1975, oficialización vigente hasta hoy del informe de Kissinger por parte del presidente Gerald Ford como política de Estado; 7) Borrador de Directiva de Decisión Presidencial (1994): esbozada en junio de 1994, por el entonces presidente «demócrata» de los Estados Unidos, William B. Clinton, a través del Consejo de Seguridad Nacional, para continuar a nivel mundial con la política de control del crecimiento poblacional mundial, en función del Memorando de 1974 redactado por Henry Kissinger, para retomar en forma oficial la política imperialista del control de la natalidad.

En este último documento, el dogma del derecho «básico» de decidir la cantidad de hijos y su espaciamiento constituía el fundamento reiterado permanentemente, por cuanto la meta de la política norteamericana sobre el crecimiento poblacional mundial debía ser la de «dirigir una respuesta internacional global, inmediata y concertada, a las tendencias del crecimiento poblacional», sobre la base de tres objetivos que se refuerzan mutuamente, y que constituyen la prueba evidente de la influencia del proyecto y del ideario de la dinastía Rockefeller:

  1. «promover el respeto de los derechos y capacidades de los individuos y de las parejas para determinar libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos»;

  2. «mejorar la salud reproductiva individual, atendiendo especialmente las necesidades de salud reproductiva de mujeres y adolescentes, y las necesidades generales de salud de bebés y niños»; para lograr con ello

  3. «reducir el índice de crecimiento poblacional tan rápido como sea posible a los niveles que sean consistentes con un desarrollo sustentable».

Queda claro que la eliminación sistemática de seres humanos es lo que permite asegurar este control planetario de recursos por parte de este poder plutocrático imperialista, valiéndose básicamente de las Naciones Unidas y de Fundaciones (u Organizaciones No-gubernamentales) propias.

  1. En el caso de la ONU, ésta deja de ser un organismo internacional, para convertirse paulatinamente en un organismo supranacional, que a través de sus distintas agencias y secciones impone políticas globales "consensuadas" en Conferencias, Tratados, Cumbres y otras actividades afines, obligando a la ejecución de políticas de control de la natalidad, denominadas eufemísticamente de "salud reproductiva" y "derechos reproductivos".

  2. En el caso de las fundaciones y organizaciones «no-gubernamentales» propias, han sido creadas y son controladas o dirigidas por miembros del poder financiero internacional, para impulsar y promover este Holocausto demográfico en el ámbito de la llamada "sociedad civil". Entre ellas se cuentan el Population Council (de la familia Rockefeller, respaldada financieramente durante la década de los ´90 por los gobiernos de Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Japón, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Suecia y Reino Unido); la Ford Foundation (controlada desde 1995 hasta el 2007 por el clan Rockefeller, a través de Susan V. Berresford); la International Planned Parenthood Federation (controlada desde el 2002 al 2006 por el clan Rockefeller, a través del Dr. Steven Sinding)

  3. La aplicación de las políticas antinatalistas ha provocado el llamado envejecimiento poblacional (o "invierno demográfico"), en el que por primera vez en la historia de la humanidad, de seguir la tendencia demográfica actual, habrá EN EL AÑO 2050 MÁS CANTIDAD DE PERSONAS MAYORES DE 65 AÑOS que NIÑOS Y ADOLESCENTES MENORES DE 15 AÑOS.

Actualmente, en las regiones más enriquecidas, más del 20% de la población es MAYOR DE 60 AÑOS, mientras que será el 33% en el año 2050. Por su parte, en las regiones empobrecidas, el 8% de la población es MAYOR DE 60 AÑOS, mientras que será del 20% en el año 2050.

Al año 2050, África será el único continente en el que habrá mayor cantidad de niños y adolescentes que personas mayores de 65 años.

  1. Como muestra del carácter siniestro de este proceso, el envejecimiento demográfico constituye un Negocio de los Ricos, financiado por los Pobres, ya que:

a) Por un lado, las ONGs SE SUBSIDIAN MEDIANTE FONDOS OFICIALES ESTATALES, como es el caso del POPULATION COUNCIL de los Rockefeller, cuyas fuentes de financiamiento estatal gratuito han sido del 58,3% en el año 2005, 57% en el año 2006, del 73% en el año 2007, del 80,74% en el año 2008. Idéntico es el caso de la mayor red abortista del mundo, la INTERNATIONAL PLANNED PARENTHOOD FEDERATION (IPPF), cuyas fuentes de financiamiento estatal gratuito han sido del 74,58% en el año 2005, 71,87% en el año 2006, 71,93% en el año 2007, 76,51% en el año 2008. Es decir, para promover sus planes antinatalistas, los ricos se subsidian con fondos públicos estatales.

b) Por otro lado, los pueblos empobrecidos son obligados a ejecutar políticas demográficas antinatalistas contratando deuda externa (básicamente, mediante Banco Mundial), con lo cual los pueblos y los ciudadanos del mundo subsidian gratuitamente el negocio genocida de los ricos.

Dicho sintéticamente: los ricos del mundo han decidido controlar el crecimiento poblacional mundial, han planificado las políticas correspondientes y las han ejecutado sin que ellos les cueste un solo dólar, ya que se subsidian con fondos públicos estatales•