El encuentro ha reunido en Ciudad de México a unos 3.500 asistentes de organizaciones civiles y sociales de más de medio centenar de países y representantes de distintas religiones en torno al lema «La Familia Natural y el Futuro de las Naciones, Crecimiento, Desarrollo y Libertad». Recogemos las conclusiones de varios congresos para anriquecer el diálogo cara al DIA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA
CIUDAD DE MÉXICO, miércoles, 31 marzo 2004 (ZENIT.org).- Publicamos las conclusiones del III Congreso Mundial de Familias (CMF) –29-31 marzo– difundidas este miércoles.
El encuentro ha reunido en Ciudad de México a unos 3.500 asistentes de organizaciones civiles y sociales de más de medio centenar de países y representantes de distintas religiones en torno al lema «La Familia Natural y el Futuro de las Naciones, Crecimiento, Desarrollo y Libertad».
El Congreso ha buscado proporcionar un espacio intercultural e interreligioso de encuentro, reflexión, diálogo y propuesta para hacer posible y construir juntos un mundo idóneo para la familia, haciendo balance de las amenazas y los retos que enfrenta diez años después del que fuera declarado por la ONU «Año Internacional de la Familia».
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CONCLUSIONES DEL III CONGRESO MUNDIAL DE FAMILIAS
- PRIMERO.- LA FAMILIA es una institución de derecho natural, origen a la sociedad, y constituye la célula básica y fundamental de ésta.La “Familia” está constituida por “el conjunto de personas que se encuentran vinculadas por una relación de parentesco, el cual puede ser por consanguinidad, afinidad o legal, según deriven de la filiación, el matrimonio o la adopción” .
- SEGUNDO.- EL MATRIMONIO, basado en la Naturaleza Humana, constituye la célula básica de la familia y es único medio moral o ético de formar una familia.El “Matrimonio” está constituido por la unión de un varón y una mujer, cuya finalidad es constituir una comunidad de vida, con objeto de procurarse la ayuda mutua y buscar la preservación de la humanidad.
- TERCERA.– Por ser contrario a la naturaleza humana, no podrá reconocerse como matrimonio la unión de personas del mismo sexo.
- CUARTO.– LA VIDA Y EL RESPETO A LA DIGNIDAD HUMANA son los primeros y fundamentales derechos del hombre, por lo mismo éstos deben ser respetados desde el momento mismo de la fertilización del óvulo o concepción.
- QUINTO.– Las trescientas instituciones representantes de más de cincuenta países participantes en este congreso, desde este momento, pedimos a las Autoridades de nuestros respectivos países, y al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, se pronuncien en contra de la iniciativa presentada en días pasados por diversos países para promover la orientación sexual de los homosexuales y lesbianas como un derecho humano, por ser ésta contraria a la naturaleza y dignidad humana y las instituciones básicas de la sociedad como son: la familia y el matrimonio.
31 de marzo de 2004
CONCLUSIONES DEL XI CONGRESO DE LA FAMILIA en CASTILLA-LEÓN (ESPAÑA)
“LA FAMILIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN”
Real Monasterio de San Agustín, Burgos, 17 y 18 de abril de 2004
- GRATITUD Y ESPERANZA
Al finalizar el Congreso “La familia y los medios de comunicación” organizado por la Confederación de APAS de Castilla y León y la Federación Diocesana de APAS de Burgos, las familias participantes en el mismo queremos: renovar nuestra fe y confianza en la familia, el máximo bien social, y mostrar nuestra gratitud a todas las personas, familias, instituciones y medios de comunicación social que contribuyen de una manera u otra a que la institución familiar continúe siendo generadora de paz social, justicia, solidaridad, vida y amor.
- LA FAMILIA RESPONDE AL BIEN DE LA PERSONA
Reconocemos que la familia es la comunión de personas que brota del matrimonio natural, alianza indisoluble entre un varón y una mujer, comprometidos públicamente en el proyecto de formar un hogar donde pueda germinar el don de la vida de los hijos. La fidelidad renovada a este compromiso contribuye al bien de los cónyuges, de los hijos, de la sociedad entera, y a la felicidad de las futuras generaciones. - TIEMPO LIBRE Y EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
Reconocemos que la familia es la primera y principal escuela de humanidad, la mejor e imprescindible transmisora de los valores, educadora en las virtudes, y lugar donde se aprende a amar. Ello requiere la presencia efectiva de los padres y su disponibilidad: para verse, tratarse, hablar, escucharse… En el ámbito familiar, el tiempo libre –frente al tiempo vinculado al trabajo- es ante todo un “tiempo disponible”.
Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Se ha de facilitar este “derecho-deber educativo de los padres”, para que puedan elegir los centros docentes y definir su ideario, en el respeto a su libertad de enseñanza, incluyendo la enseñanza religiosa, hoy en peligro. - EN DIÁLOGO ABIERTO CON LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Hacemos un llamamiento para un diálogo abierto y sincero entre la familia y los medios de comunicación social para conocer y difundir la verdad y belleza del matrimonio y la familia, conscientes de que está en juego la misma pervivencia de la sociedad.
Los padres, como principales educadores de sus hijos, son también los primeros en explicarles como usar los medios de comunicación social. Están llamados a formar a sus hijos en el uso moderado, crítico, vigilante y prudente de tales medios. - LA FAMILIA, ESCUELA DE SOLIDARIDAD
Reconocemos también que la familia es escuela de solidaridad, y que por lo tanto, un proyecto familiar debe estar abierto a otras familias: para apoyar a las más débiles o desestructuradas, para solidarizarse con las más pobres, necesitadas o marginadas. - NECESIDAD Y URGENCIA DE ASOCIARSE
Reconocemos la necesidad urgente y apremiante de promover e impulsar el asociacionismo familiar en sus variadas formas , para que sean las familias mismas quienes adquieran el protagonismo e iniciativa en la construcción de una sociedad verdaderamente humana, y para exigir el reconocimiento de los derechos de la familia que requiere la promoción de un marco “jurídico y socio-económico” justo. - UNIÓN Y COORDINACIÓN
Se abre una nueva etapa en la sociedad española con innumerables retos, desafíos y riesgos. Nuestra esperanza está en la familia. No es la hora de lamentaciones ni cobardías. Es la hora de la acción, del compromiso, de la unión y de la coordinación. Es la hora de la familia. Es nuestra hora.