Después de millones de muertos, la realidad supera todavía a cualquier ficción que se pueda llevar al cine o documental; el país vive sumido en el caos, con multitud de grupos armados sirviendo a intereses de unos y de otros.
Kabila ofrece el respaldo del Ejército a la MONUSCO en sus operaciones contra la FDLR
El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, ha trasladado este miércoles al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, la disposición de su Ejército a apoyar a la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) en su ofensiva contra las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR).
El presidente Kabila, que comenzó en 2001 su presidencia, ha sido pobre en resultados, no siendo capaz de mejorar la frágil situación del Congo.
El país está dominado por distintas milicias que compiten con el gobierno por el control del territorio o que directamente se benefician económicamente de la ausencia de un Estado de Derecho.
Hace un año, el optimismo invadió el país cuando el 12 de diciembre, la principal milicia congoleña, el Movimiento 23 de Marzo (23M), firmó con el gobierno las declaraciones de Nairobi. La atención se desvió entonces hacia la Fuerza Democrática de Liberación de Ruanda (FDLR), la mayor de las guerrillas extranjeras en el Congo; se estima que cuenta con entre 1.500 y 2.000 guerrilleros. La comunidad internacional le dio a la FDLR un plazo para rendirse, que finalizó este 2 de enero. La FDLR manifestó su desconfianza, afirmando que aquellos que se han rendido están viviendo en condiciones deplorables en campos de refugiados y que su milicia es la única protección y representación de los 200.000 ruandeses que viven en RDC.
En estos momentos, el pesimismo se cierne sobre el país, tras ignorar la FDLR el ultimátum. El ejército congolés y la misión de la ONU, Monusco, que cuenta con 20.000 efectivos, se preparan para lanzar un ataque. “La misión de la ONU ha posicionado sus tropas y está habilitada para apoyar operaciones ofensivas contra la FDLR, en concordancia con su mandato”, afirma el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric. Al rechazo de la FDLR se suman los rumores de que el 23M vuelve a estar activo, ya que se está retrasando la implementación de las condiciones del acuerdo de paz.
En el improbable caso de que el gobierno de RDC y los mediadores tuvieran éxito y se produjera el desmantelamiento de ambas milicias, a Kabila aún le queda hacer frente a muchos otros grupos, como la organización musulmana ADF o los Mai-Mai. Es cuestión de tiempo ver cuánto resiste el gobierno de Kabila. Y hasta qué punto podrá mantener el apoyo de la comunidad internacional.
Autor: Juan Rodríguez