Guste o no guste, hoy hay que decir, que el PSOE está contra la familia, así lo demuestra la aprobación de la ley de «matrimonio» entre homosexuales, los pisos de 30 metros, la ley de divorcio expres, la insolidaridad con la millones de familias empobrecidas…
Guste o no guste, hoy hay que decir, que el PSOE está contra la familia, así lo demuestra la aprobación de la ley de «matrimonio» entre homosexuales, los pisos de 30 metros, la ley de divorcio expres, la insolidaridad con la millones de familias empobrecidas, la propuesta de investigación con embriones, el apoyo institucional a la película pro-eutanasia Mar adentro, la absoluta indiferencia ante el problema del paro, el reparto de píldoras abortivas entre menores sin contar con los padres… Muchísimos hechos que reflejan una tendencia: el ataque del PSOE, de forma consciente e institucional a una de las instituciones más importantes de la sociedad española, la familia, y especialmente la familia cristiana y solidaria.
Por supuesto en este ataque el PSOE no está solo. El PSOE cuenta con sus comparsas: desde los lobbys gays a los teólogos progresistas; con su altavoz: el grupo PRISA, las cadenas estatales…, con una legión de burócratas que trabajan al ritmo que marca el jefe… Y lo más preocupante, al PSOE hoy le marcan la agenda grupos de poder secretos, que no «discretos». Ricardo de la Cierva ha afirmado que ZP es masón y no lo ha desmentido nadie.
La brutalidad de los ataques a la iglesia, a la familia y a la conciencia exigen de la ciudadanía una respuesta. También en este tema nuestra indiferencia nos hace cómplices. Callarnos nos hace cómplices de que se consideren los embriones como cobayas, el asesinato por aborto como una opción entre otras tantas, el paro como una fatalidad irremediable… La neutralidad no existe, y posicionarse es un deber, yo lo he querido hacer hoy con esta carta y lo haré el próximo sábado 18 de junio en la manifestación de Madrid, porque la familia es fundamento de solidaridad.
Samuel y Nuria