Contratos de cero horas e inmigración en el Reino Unido

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El «debate populista» sobre la inmigración está encima de la mesa, incluso después de las elecciones, cuando se están realizando como práctica habitual los contratos de cero horas y sin derechos, que sufren en mayor medida los inmigrantes en las islas británicas. Sin ellos no se entiende el milagro económico británico.

En un reciente sondeo, tres de cada cuatro británicos encuestados creía que desde 2004, el año en que la Unión Europea se amplió al Este, han llegado al Reino Unido demasiados inmigrantes, gracias a la creciente manipulación informativa.

Se refieren a los casi 600.000 polacos y 125.000 lituanos aterrizados en las islas, junto a letones, eslovacos y húngaros en menor proporción y, desde que el año pasado se levantaron las restricciones a su libre circulación, también rumanos y búlgaros.

La construcción, los restaurantes y las empresas de servicios les han recibido con los brazos abiertos, y sin ellos no se entendería el milagro económico británico. Con su trabajo, el Reino Unido creció en 2014 un 2,6% y el paro bajó hasta el 5,7%, cifras que ya querrían para sí el resto de socios comunitarios. Con sus impuestos contribuyen a evitar más recortes de los que ha aplicado el gobierno de coalición sobre los servicios sociales.

Los principales partidos británicos, a excepción del UKIP, han tendido a eludir el espinoso asunto de la inmigración europea en la campaña electoral.

El asunto ha escalado a lo más alto de la lista de preocupaciones del electorado, empujado por el discurso del UKIP y por la sobreactuación de determinada prensa. “¿No queda nadie en Reino Unido que pueda hacer un sándwich?”, tituló en su portada el sensacionalista Daily Mail la noticia de que una empresa alimentaria de Northampton iba a reclutar mano de obra húngara en diciembre pasado.

Los contratos a «cero horas» se extienden en el Reino Unido.

Sin garantías de un mínimo de horas de trabajo semanales, ni horarios, pero sin derecho a la ayuda por desempleo. Así están contratados alrededor de un millón de ingleses según un estudio de l Chartered Institute of Personnel and Development (CIPD). Tres veces más que los datos que da el gobierno de David Cameron.

Son conocidos como los contratos “cero horas”, y el último paso lo ha dado el gigante de tiendas deportivas Sports Direct, que siguiendo la estela de McDonalds, ya tiene el 90% de su plantilla, 20.000 personas, con este contrato.

Uno de ellos es Craig O’Callaghan:

“Ellos ponen en un muro el horario para las próximas dos semanas. Pero puede que llegues y veas que ha sido cambiado, y puede que llegues un martes y descubrir que se te ha cambiado al viernes, o que sencillamente, te tienes que volver a casa y como técnicamente estás contratado no tienes derecho a ningún tipo de ayuda.”

Este verano Buckingham Palace ya ha hecho 450 contratos de “cero horas”.

Además, las empresas están exentas de ofrecer baja maternal o por enfermedad, un plan de pensiones o vacaciones pagadas.

Hostelería, restauración, educación y salud son los sectores en donde más están creciendo los contratos “cero horas”.

Todo en aras de la «flexibilidad», aunque cada vez son más los que se quejan de no llegar al sueldo mínimo.

Autor: Nacho Esquivel