CRÓNICA DE UN ENCUENTRO : "ROVIROSA APOSTOL"

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El pasado 29 de junio de 2003, en la Abadía de Montserrat, el Movimiento Cultural Cristiano organizó una jornada – encuentro con amigos de Guillermo Rovirosa, venidos desde Canarias, Murcia, Madrid, Tortosa, Tarragona , Vic, etc …Estuvo marcado por el diálogo entre dos generaciones, una que le conoció y otra, de jóvenes militantes que, sin conocerle, siguen entusiasmados con la militancia cristiana del primer militante cristiano español.

La eclesialidad, la pobreza evangélica, la conversión a Cristo y a nada más, la amistad, la formación, los pequeños detalles, que marcaron la vida de Rovirosa, transformaron el encuentro en una jornada inolvidable. En una lección inolvidable, en palabras de algunos de los asistentes. La transcendencia histórica del encuentro quedó reflejada por las diferentes aportaciones que mostraban, a todas luces, la grandeza de aquellos hombres que nada anteponen entre ellos y el Señor.

La necesidad que tiene el mundo, los empobrecidos, la Iglesia, de santos es una cuestión que no se discute por nadie. Y Rovirosa lo fue, afirmaban algunos asistentes. Llegará un día – nos hablaba Julián Gómez del Castillo- que los empobrecidos de la Tierra orarán con San Guillermo Rovirosa.

El amor a la Verdad, para Rovirosa, era una cuestión sagrada. Les decía a los monjes, «habéis convertido el Bautismo en una chocolatada» recordaba el P. Abad Cassià.

Sin duda ninguna, otro de los momentos memorables para los asistentes apareció con «Judas el traidor», No solo el recuerdo de esta obra maravillosa de Rovirosa, sino que la verdad de Rovirosa cuando escribió «yo soy Judas»- la profunda verdad del cristiano- se hizo viva y presente entre los Judas que estábamos allí. No hay derecho a negar a Rovirosa a los empobrecidos de la tierra. No hay derecho a apropiarse de él, insistieron los militantes.

Rovirosa hoy está vivo en el recuerdo y en la vida de muchos españoles y de muchos empobrecidos. Cada día más, su vida se convierte en Gracia. La Iglesia le ofreció el don de la Fe y el siempre le fue fiel. Y sin embargo, nos dejó escrito » yo soy Judas, el traidor».

La jornada terminó con una Eucaristía recordando a los militantes que han hecho posible que estuviéramos allí.

Jordi Gaya