Junto a los incesantes conflictos olvidados de África, Asia es el continente en el que se produjo un mayor agravamiento de la situación en el primer mes del año, según el centro de estudios internacionales International Crisis Group (ICG), que regularmente publica los resultados de su observatorio de conflictos, el CrisisWatch
07 / 02 / 2005
LOS CONFLICTOS DE OCHO PAÍSES ASIÁTICOS SE AGRAVAN, MIENTRAS LA SITUACIÓN MEJORA EN IRAK E INDONESIA
(EP).-Junto a los incesantes conflictos olvidados de África, Asia es el continente en el que se produjo un mayor agravamiento de la situación en el primer mes del año, según el centro de estudios internacionales International Crisis Group (ICG), que regularmente publica los resultados de su observatorio de conflictos, el CrisisWatch. El deterioro en ocho países asiáticos contrasta sin embargo con la mejora en otros cuatro, dos de ellos en Oriente Próximo –Irak y los territorios ocupados– y otros dos en la zona afectada por el tsunami del 26 de diciembre –Indonesia y Sri Lanka–.
El primer CrisisWatch del año constata un empeoramiento en once conflictos y destaca la situación en Filipinas, Pakistán y Bangladesh. Filipinas sufrió el peor combate tras 17 meses de tregua entre el Gobierno y el Frente Moro de Liberación Islámica y esta misma semana, dos soldados de las tropas gubernamentales filipinas y tres miembros del grupo terrorista Abu Sayyaf murieron en un enfrentamiento en la isla de Sulu (sur).
En Pakistán, la violencia en la provincia de Baluchistán (suroeste) dejó al menos doce muertos y cuarenta heridos, además de cortes generalizados en el suministro de gas. Los nacionalistas baluchistaníes fueron acusados de la ola de ataques con bomba de pequeña potencia en la capital de esta provincia fronteriza, Quetta, y en otros lugares de ella, en la que el Gobierno se convirtió en un objetivo casi diario de los ataques. Los nacionalistas piden más «royalties» del gas que se extrae de esta provincia y exigen al Gobierno que abandone sus planes de establecer guarniciones militares en la región.
La situación en Banglasdesh continúa especialmente tensa tras el ataque con granada en un mitin de la oposición, en el que murieron cinco personas, incluido un ex ministro de Finanzas. Recientemente, Amnistía Internacional pidió al Gobierno que pusiera en marcha una investigación sobre lo sucedido que cuente con el beneplácito de la oposición y de los grupos de Derechos Humanos. Precisamente, Bangladesh es el único país que este mes recibe una «alerta de riesgo» (risk alert), esto es, el único que se expone al estallido de un conflicto generalizado.
La tensión política aumentó en el centro de Asia, según el CrisisWatch. Tres gobiernos, los de Kazajistán, Kirguizistán y Tayikistán, se encuentran enfrentados a sus respectivas oposiciones en un clima de violencia, mientras que en India se percibió un deterioro en el estado de Andra Pradesh.
Otro país asiático donde las cosas fueron peor en enero fue Nepal, cuyo rey, Gyanendra, anunció la disolución del Gobierno, su intención de dirigir el país en solitario durante tres años y la intensificación de la acción militar contra los rebeldes maoístas.
Junto a estos países asiáticos, la situación empeoró en dos regiones africanas, Suazilandia y la frontera entre Eritrea y Etiopía. En Africa, a pesar de no haberse producido más deterioros, continúan abiertos conflictos en Argelia, Angola, Burundi, Chad, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Egipto, Mauritania, Nigeria, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán (Darfur), Uganda, Sáhara Occidental y Zimbabue.
MEJORA DE LA SITUACIÓN
A pesar de ser menores en número, las mejoras en países asiáticos fueron más significativas. En Oriente Próximo, las elecciones en Irak el pasado 30 de enero generaron un clima de esperanza, pese a los ataques de la insurgencia, de la ocupación y del entorno belicista de los últimos meses.
En el conflicto entre palestinos e israelíes, las elecciones del 9 de enero garantizaron la sucesión de Yasir Arafat sin inestabilidad y de forma democrática y la ascensión al poder de Mahmud Abbas, partidario de conversaciones con Israel, ha sustituido la escalada de violencia por un clima de diálogo. El martes, Abbas y el primer ministro israelí, Ariel Sharon, mantendrán un encuentro que puede ser crucial para la mejora de la situación.
El maremoto del 26 de diciembre hizo que el Gobierno indonesio y los rebeldes de la provincia separatista de Aceh acordaran un alto el fuego para facilitar el reparto de ayuda y se reunieran en Helsinki para estudiar la reanudación del proceso de paz.
En Sri Lanka, la magnitud de la tragedia también obligó a las partes enfrentadas a entenderse, a pesar de que los Tigres Tamiles mantienen grandes recelos a que el Gobierno pueda acceder a algunas zonas controladas. El ICG dice que, a pesar de no haber contado con publicidad, se produjeron contactos entre las partes.
SIN OPORTUNIDAD DE SOLUCIÓN
El apartado del Crisis Watch denominado «oportunidad de resolución de conflictos» quedó desierto este mes, a pesar de que junto a los anteriores países asiáticos donde hubo avances, mejoró la expectativa en el conflicto entre norte y sur de Sudán tras la firma el 9 de enero de un acuerdo de paz, a pesar de que en la región de Darfur (oeste) no hubo cambios. El conflicto en la República Centroafricana también mejoró el mes pasado.
El ICG insiste en que los resultados de su observatorio de conflictos corresponden a un seguimiento mes a mes en el que no se establecen comparaciones entre países ni se clasifica la gravedad de las crisis.
Junto a estas estimaciones, ofrece una lista de regiones en las que la situación se mantuvo inalterada en enero, entre las que figuran Afganistán, Albania, Argelia, Angola, Armenia, Azerbayán, Bolivia, Bosnia Herzegovina, Burundi, Chad, Chechenia (Rusia), China, Colombia, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Ecuador, Egipto, Georgia, Haití, Irán, Cachemira, Kosovo, Líbano, Macedonia, Maldivas, Mauritania, Moldavia, Birmania, Nagorno Karabaj (Azerbayán), Nigeria, Corea del Norte, Irlanda del Norte (Reino Unido), Perú, Ruanda, Arabia Saudí, Serbia y Montenegro, Sierra Leona, Somalia, Darfur (Sudán), Siria, Estrecho de Taiwán, Tailandia, Turquía, Turkmenistán, Uganda, Ucrania, Uzbekistán, Venezuela, Sáhara Occidental, Yemen y Zimbabue.