Dejar de lado las «falsas etiquetas» y defender la «dignidad humana»

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Mientras la tramitación del proyecto avanza en el Congreso (Chile), la ex ministra Soledad Alvear, indicó que su postura contraria al aborto es compartida por intelectuales de todo el mundo: creyentes, ateos y agnósticos

La ex ministra DC, Soledad Alvear, continúa defendiendo su postura contraria al proyecto de despenalización del aborto. Alvear señaló que la defensa de “la dignidad humana” es compartida por intelectuales a nivel mundial, ya sea creyentes, ateos y agnósticos.

“El núcleo de la cuestión es la negación del carácter personal del hombre. Por eso se olvida la paternidad y se reduce la maternidad a soportar un crecimiento intruso, que se puede eliminar” señalaba, a propósito de la extendida despenalización del aborto en Europa, Julián Marías, filósofo católico español, en su momento republicano”, escribe la ex secretaria de Estado.

“Cristopher Hitchens, intelectual inglés también lejano a las derechas, pero, en cambio, antirreligioso y furibundo crítico del catolicismo, mostró en este punto su único acuerdo con aquella religión: “La Iglesia Católica Romana toma el punto de vista de que no puede haber ningún tipo de juego con la vida del no nacido, y que el concepto de niño no nacido no es un concepto propagandístico sino uno significativo, uno real, uno verdadero. Y que merece protección y cuidado. De hecho estoy de acuerdo con este punto de vista por razones materialistas”, continúa.

“…no creyente y contrario al aborto también, Bobbio, eminente politólogo, afirmó que no veía “qué sorpresa puede haber en el hecho de que un laico considere como válido en sentido absoluto, como un imperativo categórico, el ‘no matarás’. Y al mismo tiempo me sorprende que los laicos dejen a los creyentes el privilegio y el honor de afirmar que no se debe matar”. Otro gran italiano, Pasolini, también de izquierda y ateo, de manera similar indicaba que “me traumatiza la legalización del aborto, porque la considero, como mucha gente, una legalización del homicidio”.

“En efecto, cuando personas como éstas, creyentes y no creyentes, definen su punto de vista sobre este asunto, lo hacen convencidas de que representan fielmente una postura política de avanzada. Mercedes Aroz, fundadora del partido socialista catalán, resumió esta posición así: “Hay que plantear la abolición del aborto como lo que es: un objetivo progresista, de avance de la civilización, pues el reconocimiento jurídico de los derechos humanos y su ampliación es fruto del progreso del ser humano en la comprensión de su realidad y de su dignidad como persona”.

“Aquí en Sudamérica, hay también políticos de izquierda contrarios al aborto, como el católico Correa, Presidente de Ecuador, o el agnóstico Vásquez del Uruguay, quien al vetar un proyecto de ese tipo señaló que “es más adecuado buscar una solución basada en la solidaridad que permita promocionar a la mujer y a su criatura, otorgándole la libertad de poder optar por otras vías y, de esta forma, salvar a los dos”.

“En Chile, en cambio, respecto del proyecto que se discute, a los que hemos estado en una posición contraria al aborto se nos acusa de ser simples conservadores cuyas opiniones estarían basadas en convicciones religiosas insostenibles en el debate público. Debemos dejar estas falsas etiquetas de lado y entrar de una vez por todas a ponderar seriamente la solidez de los argumentos que se esgrimen. La defensa de la dignidad humana sin exclusiones, lejos de ser conservadora o irracional, es la utopía en construcción -compartida por creyentes, ateos y agnósticos-más revolucionaria de la que se tenga memoria”, finalizó.

Fuente: La Tercera