Denuncia en la que se acusa a la empresa internacional de refrescos PepsiCo de estar usando líneas celulares de fetos humanos abortados para la investigación y el mejoramiento de sus productos.
PepsiCo firmó un acuerdo de cuatro años con la compañía Senomyx para desarrollar endulzantes potenciados para sus bebidas. Por este trabajo PepsiCo paga 30 millones de dólares por la investigación y futuras regalías de sus productos que en el futuro sean manufacturados con esta tecnología.
Muchas de las patentes de Senomyx involucran a la línea celular de fetos abortados con el código HEK-293, originada a partir de células de los riñones. El grupo pro-vida de Florida, Children of God for Life, escribió a ambas empresas en protesta por estas investigaciones. Senomyx no contestó, pero PepsiCo sí lo hizo, señalando que las investigaciones darían como resultado productos "de gran sabor y con menos calorías".
Ante esta situación, un accionista presentó una resolución ante la junta de directores de PepsiCo para adoptar una política que "reconozca los derechos humanos y utilice estándares éticos que no involucren usar los restos de seres humanos abortados en investigaciones privadas y compartidas así como en acuerdos de desarrollo".
Debi Vinnedge, director ejecutivo de Children of God for Life, señaló que cada accionista tiene "el derecho a saber la verdad sobre lo que PepsiCo está haciendo con sus ahorros duramente logrados". "La falta de respeto de PepsiCo a la sensibilidad moral pública solo ha servido para avivar el fuego y las amenazas al valor de las acciones, las pensiones de jubilación y las inversiones", añadió.
También dijo que "no hay nada ético o apropiado en la manera en la que están explotando los restos de niños inocentes abortados".
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