Gandhi puso en práctica por primera vez el principio de la no-cooperación, base de la estrategia de lucha noviolenta.
«Sólo hay un sabio en nuestro siglo: es Gandhi«, decía Einstein. El homenaje tiene su peso, viniendo del inventor arrepentido de la bomba atómica. El «pequeño hombre débil«, que según la expresión de Romain/Rolland, «levantó a 300 millones de hombres, estremeció al Imperio británico», ha encontrado posiblemente la respuesta al desafío de las armas nucleares en la misma época en que ellas han sido puestas a punto.
Efectivamente, ha sido Gandhi quien ha puesto en práctica por primera vez, en una lucha política de gran envergadura el principio de la no-cooperación, base de la estrategia de lucha noviolenta.