La Iglesia es hoy un pueblo formado mayoritariamente por empobrecidos, más del 70%, donde la mayoría de las diócesis y sus obispos y comunidades son pobres; y es un pueblo martirial perseguido en la mayor parte de la tierra.
Estudios que hablaban de 100.000 cristianos asesinados cada año en el último decenio, Los 10 países donde la persecución a los cristianos es de primer nivel (extrema o muy severa), en el período 2013-2014, son Corea del Norte, Somalia, Siria, Irak, Afganistán, Arabia Saudí, Maldivas, Pakistán, Irán y Yemen.
En los países enriquecidos de democracia formal y economía capitalista, se suele producir una animadversión explícita a la Iglesia y su doctrina, proveniente de distintos partidos, gobiernos y/o sectores y muchas veces de los organismos y agencias de la ONU. Se trata de arrinconar la religión a la esfera privada, manipular la información sobre la Iglesia o silenciar la voz de los católicos
La razón fundamental es que La Iglesia católica es la única institución, a plano internacional, que combate abiertamente al Imperialismo: Con su mensaje, doctrina, y con su testimonio.