VATICANO, 12 May. 03 (ACI).- El diario oficial del Vaticano L`Osservatore Romano recordó que el atentado perpetrado por el turco Alí Agca contra el Papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 "no debe ser considerado un episodio ocurrido por casualidad y ya archivado".Mañana se cumplen 22 años de lo ocurrido en la Plaza de San Pedro, cuando el Pontífice –que recorría el lugar a bordo del Papamóvil saludando a los peregrinos- fue herido gravemente en el abdomen y corrió el riesgo de morir desangrado camino al hospital, donde fue sometido a una delicada intervención.
En su nota editorial, periódico vaticano se refiere al hecho como un «intento de sacarse de encima esta alta autoridad» que «no logró callar su voz».
«Desde entonces los pueblos aprendieron aún más a reconocer su voz, a confiar en ella en la necesidad y en la angustia», agregó el diario y sostiene que «una cosa es cierta: en el día del aniversario de la aparición de Fátima, un cerebro siniestro y una mano como la de Caín, atentaron contra la vida del Papa y aunque los detalles del caso siguen siendo oscuros, el hecho queda en pie».
La nota editorial, firmada por el director de L’Osservatore Romano, Mario Agnes, sostiene que «no se puede prescindir de aquel acto sangriento para ‘leer’ este pontificado. Para comprender el misterio de un hombre cuya sangre bañó la plaza que lleva el nombre de Pedro».
El Santo Padre ha expresado que piensa que no murió en el atentado por la intercesión de la Virgen de Fátima, cuya fiesta se conmemora justamente el 13 de mayo. Durante el año 2000, Juan Pablo II publicó el contenido del «tercer secreto de Fátima», interpretándolo como la profecía de un atentado contra un Pontífice e identificándose con ese Pontífice.
En septiembre de 1981, Agca confesó a los investigadores italianos responsables del caso que no actuó solo sino había sido reclutado por los servicios secretos búlgaros, a cuenta de la KGB.
La justicia italiana detuvo entonces a los búlgaros Sergei Antonov, ex jefe de las líneas aéreas búlgara Balkan Air en Italia, y a dos funcionarios de la embajada búlgara en Roma, Teodor Ayvazoz y Jelio Vasilev.
El proceso concluyó con la absolución de los imputados debido a las continuas contradicciones de Alí Agca, quien después se retractó, afirmando que la llamada «pista búlgara» fue un invento suyo. Sin embargo, en 1997 la relanzó.
En el año 2001 Italia extraditó a Turquía a Alí Agca, después que el Papa intercediera por él ante el Presidente de Italia. Agca había pasado 20 años en la cárcel en Italia y ahora cumple una sentencia en Turquía por el asesinato del director de un diario en 1979.