Editorial Revista Autogestión: Esclavitud Infantil

4036

El 16 de abril de 1995 fue asesinado IqbalMasih, un niño esclavo pakistaní cristiano que había luchado contra la mafia tapicera de alfombras de su país. La noticia fue un “breve” en algunos periódicos de tirada nacional.

Pero a la sensibilidad de los que se han forjado en la lucha por la justicia la noticia no les pasó desapercibida y el hecho de la esclavitud infantil pasó a ser denunciado en una campaña permanente de erradicación de sus causas, la Campaña por la Justicia en las relaciones Norte-Sur del Movimiento Cultural Cristiano. Desde entonces esta revista no ha dejado de ser un instrumento de denuncia de las causas de que existan más de 400 millones de niños esclavos.

Pero la esclavitud moderna es un negocio en nuestro mundo y lejos de desparecer, aumenta, se agrava cada día más. Hoy son múltiples los abominables rostros de la esclavitud: el tráfico de seres humanos, la trata de los migrantes y de la prostitución, el trabajo esclavo, la explotación del hombre por el hombre…

Una de las últimas confirmaciones gráficas de este sistema esclavista ha sido el mercado de esclavos en Libia puesto de manifiesto en imágenes por la CNN.

Desde la revista “Mundo Negro” se analiza este hecho manifestando que nos hemos escandalizado ahora unas imágenes tomadas desde Libia mostrando la subasta de seres humanos, pero esto no era nada nuevo. Desde hace años, las personas en ruta hacia Europa y los informes de ONG y otros organismos ya hablaban de estas subastas de esclavos, de las torturas o de los secuestros para pedir rescate a las familias. Sin embargo, esas informaciones no habían tenido el menor eco en la sociedad y casi pasaron desapercibidas a los medios de comunicación, tanto en Europa como en África. Del impacto de estas imágenes y de la cumbre de Abiyán entre la Unión Europea y la Unión Africana del pasado noviembre, al final, la Unión Europea ha conseguido lo que buscaba: vuelve a colocarse como salvadora de África mientras que los propios africanos hacen el trabajo sucio, una vez más, para ser gendarmes contra sus propios ciudadanos… Porque la Organización Internacional de Migraciones calcula que en Libia hay atrapados entre 700.000 y un millón de personas que quieren cruzar a Europa.
Sobre la herida de la injusticia especulan vergonzosamente individuos, grupos e instituciones (la Unión Europea es una de ellas) aprovechando la situación causada por los conflictos y guerras en el mundo, así como por el contexto de la crisis económica y de la corrupción y por una economía basada en un permanente saqueo a los países empobrecidos.

Exigir justicia para los últimos de la tierra, en este caso para los niños esclavos y para toda persona esclava es un deber moral y político de primer orden. Desde la revista “Autogestión” no dejaremos de hacerlo mientras siga habiendo una sola persona esclava.

Editorial Revista Autogestión. #RevistaAutogestión