La sociedad capitalista impone el aborto y esclaviza a la mujer. Se pone el Capital por encima del Trabajo y de la persona, cuando debería ser todo lo contrario. En este artículo ponemos unos ejemplos que nos despejarán de toda duda.
Estos días hemos podido escuchar y leer atónitos unas declaraciones que me parecen realmente reveladoras y que nos permiten ver el verdadero rostro del aborto.
Me refiero a las declaraciones del Ministro Zhang Weiqing en el China Daily con respecto a la política de hijo único que sostiene el gigante asiático. Como bien sabe el lector, China impuso a su población desde el 79 fuertes restricciones natalistas, basadas en «escuadrones del aborto», esterilizaciones masivas, mujeres ejecutadas…
Las medidas del Capitalismo Rojo no tenían su fin en la libertad y desarrollo de la mujer. Estas medidas fueron impuestas por razones económicas.
Esas han sido las razones por las que dicha política se mantendrá en China, porque de lo contrario crearían problemas y presiones en el desarrollo económico del país, según mantuvo el ministro chino.
Pero exactamente, esas son las razones por las que algunos diputados socialistas abogaban por la despenalización del aborto en Portugal. Y para muestra ponían de ejemplo su país vecino España, con el que aseguraban que parte del desarrollo económico de nuestro país (octava potencia económica mundial) se sostenía sobre el aborto. Al respecto declaraba la diputada portuguesa Matilde Sousa que la despenalización del aborto no sería necesaria si hubiese más ayudas y las trabajadoras portuguesas no tuviesen que trabajar como «auténticas esclavas».
Uno entiende ahora porque el PSOE despenaliza el aborto y el PP abre la Caja de Pandora lo eleva a la máxima potencia de mano de la ministra Celia Villalobos, llegando a más de 100.000 abortos anuales.
¿Por qué si no, el lema de la Conferencia para la acción de las mujeres fue «INVERTIR EN LA MUJER ES RENTABLE»? Y es que esta agresión hacia la mujer y su hijo viene a estar orquestada a nivel planetario. Eso lo sabe quien se ha leído «El estado de la Población Mundial 2002» del Fondo de Población de las Naciones Unidas donde explica el impacto del efecto población sobre el desarrollo económico:
-Desde los años 70, los países en vías de desarrollo con menores tasas de fecundidad «han registrado una mayor productividad, más ahorro y más inversión productiva». «Su crecimiento económico ha sido más acelerado», concluye el informe.-
No, el aborto no es para proteger a la madre. Lo demuestran países como Irlanda y Polonia donde han reducido la tasa de abortos y también han reducido la mortalidad materna. El mismo Fondo de Población de las Naciones Unidas reconoce en el 2004 que el aborto no es la solución para acabar con la mortalidad materna, sino la presencia de personal sanitario.
Señoras feministas, el aborto en definitiva, es una medida capitalista y reaccionaria, que pretende flexibilizar más aún la situación laboral de la mujer, que pretende esclavizarlas más aún. Ustedes no deciden porque paren, el imperialismo económico ya decidió por ustedes 25 años atrás. Señoras feministas de libres nada, pero de esclavas todo.
El término femenino que tiene su origen en la fecundidad, nunca ha sido más agredido por sus propias militantes. En el tema del aborto, cuando pienso en este feminismo y sus libertades no dejo de recordar una frase del militante obrero, Julián Gómez del Castillo que decía «el dejar hacer, dejar pasar es una fábrica de esclavos».