El Angel Rojo «Por las ideas se muere, no se mata»

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Esta es la divisa con la que vivió su vida Melchor Rodríguez (Angel Rojo), al que la Guerra Civil (1936-1939) convirtió en el último alcalde republicano de la capital de España. En Madrid, por fin, se le dedica una calle al «Angel Rojo»

Melchor Rodríguez es quien evitó que centenares de cuerdas de presos acabasen en fusilamientos, quien puso freno a matanzas en Paracuellos, quien dignificó la situación de los presos de aquel Madrid, aunque fueran de los otros, de los sublevados, de los fascistas. Por encima de todo estaba su empeño en hacer justicia conforme a la ley de los hombres, la racional, y no según la norma empapada en odio y sangre de la guerra.

Su vida, ahora ha saltado a la gran pantalla, con el documental realizado por el mismo hombre que puso esas vivencias negro sobre blanco, por Alfonso Domingo.

Solidaridad.Tv en su momento publicó este vídeo:

La figura de Rodríguez merece el rescate por su valía y, también, por su carácter único, que hace que dos importantes productoras se estén ya peleando por el guión para llevarla al cine.

Rodríguez fue torero, calderero y chapista, un versificador autodidacta que se inventaba eslóganes para las huelgas y que, llegado a Madrid, se consagró a la militancia en la CNT.

Era un anarquista libertario, de los que daban su vida por serlo, que hizo todo lo que estuvo en su mano para evitar los excesos que se producían en la retaguardia, en plena guerra.

En pleno aquelarre de cambio de nombres de calles en el Ayuntamiento de Madrid, por aquello de la memoria histórica, los partidos políticos solo se han puesto de acuerdo, por unanimidad, en el nombre de Melchor Rodríguez. ¡Ya era hora!

Julián Gómez del Castillo, militante cristiano pobre, siempre afirmó que una de las personas que más merecía una calle en Madrid, era Melchor Rodríguez.