El AYUNTAMIENTO de MADRID INVESTIGA SI FCC CONSTRUÍA DOS PLANTAS MÁS en el EDIFICIO WINDSOR para las que NO TENÍA LICENCIA

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El peor incendio de la historia reciente de Madrid esconde una infinitud de interrogantes sobre las verdaderas causas del suceso. El Ayuntamiento de la capital investiga desde la mañana de ayer si el edificio Windsor, en obras desde hace un año, estaba levantando dos plantas más, construcción para la que no tenía licencia.


El peor incendio de la historia reciente de Madrid esconde una infinitud de interrogantes sobre las verdaderas causas del suceso. El Ayuntamiento de la capital investiga desde la mañana de ayer si el edificio Windsor, en obras desde hace un año, estaba levantando dos plantas más, construcción para la que no tenía licencia.

En 9 de octubre de 2002, el consistorio madrileño concedió un permiso de obras a Asón Inmobiliaria, compañía a través de la cual la familia Reyzabal gestionaba la torre de oficinas, para la adecuación del edificio. La licencia concedida por el Ayuntamiento, como aseguraron ayer a este diario fuentes de la concejalía de Urbanismo, no incluía la construcción de dos nuevas plantas en la parte superior, que estaban destinadas a servir como almacén de documentación. Los gerentes del edificio Windsor consiguieron un aplazamiento de la licencia de obras el 1 de abril de 2003. Meses después, el 24 de julio del mismo año, recibieron la licencia definitiva, que daba permiso para la instalación de una grúa en lo más alto del rascacielos de 32 plantas. Desde entonces, y durante algo más de un año, la constructora FCC ha llevado a cabo el grueso de los arreglos en la torre.

Entre las reformas, estaba prevista la incorporación de una nueva escalera exterior de evacuación, la creación de una nueva estructura auxiliar para fachada en las plantas 1 y 2, así como la ampliación de las plantas 27 y 28. No consta, según las primeras informaciones que manejaba el equipo del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que hubiera intención de construir nuevas alturas. La grúa situada en la cubierta del edificio estaba alquilada por FCC a la empresa propietaria del inmueble, Asón Inmobiliaria, «una vez que había dejado de ser necesaria para la constructora» y «con objeto de que fuera utilizada por otras empresas». A pocos metros de la torre Windsor se encuentra la torre Picasso, de la que ambas compañías son propietarias, la constructora con un 80% y la familia Reyzabal con el restante 20%.

La incógnita de las plantas en construcción se suma a la de la propia causa del incendio. Aunque en un primer momento se atribuyó a un cortocircuito, distintos especialistas consultados por El Confidencial aseguran que es imposible llegar a una conclusión certera sin acceder al edificio. Por lo tanto, no puede descartarse ningún motivo, ni siquiera el de incendio voluntario. El edificio Windsor era propiedad desde hace más de 20 años de la familia Reyzabal. En la actualidad, tenían alquilada la mayoría de las plantas del rascacielos a la firma Deloitte, una de las auditoras líder del país, que lleva las cuentas de buena parte de las empresas del Ibex 35. También tenía dos plantas en uso el conocido bufete de abogados Garrigues. A falta de nuevas pesquisas que determinen el origen del incendio, los afectados se felicitan de que los daños hayan sido sólo materiales.



ALLIANZ TIENE ASEGURADO EL 60% DEL EDIFICIO WINDSOR Y MAPFRE EL 40% RESTANTE

AGENCIAS

La aseguradora Allianz Seguros, filial española del grupo alemán Allianz, confirmó que tiene el 60% de la póliza de daños del Edificio Windsor de Madrid, el restante 40% corresponde a Corporación Mapfre.
La compañía subrayó en un comunicado que «las pólizas que cubren el Edificio Windsor garantizan una total solvencia para afrontar las indemnizaciones contractualmente establecidas que se deriven del siniestro».

«Con el fin de prestar el mejor servicio posible en estas difíciles circunstancias para todos los afectados, Allianz Seguros ha iniciado ya los pasos necesarios para analizar el alcance del siniestro», indicó.

Un portavoz de la compañía con sede en Múnich (Alemania) dijo que hasta que los bomberos y policía no permitan la entrada a la zona del siniestro no será posible hacer una valoración sobre una indemnización, posiblemente este miércoles.

Precisó también que la cifra que ha circulado en la prensa española sobre la cobertura del edificio, de 84 millones de euros, no es correcta, «pero bastante aproximada» y recordó que hay otras compañías aseguradoras que también participan en el edificio Windsor.

Mapfre evaluó en 10 millones de euros el impacto global que tendrá en sus cuentas este suceso como consecuencia de la participación que en el coaseguro de la póliza de daños del edificio Windsor y del reaseguro de dicha póliza tenían dos de sus filiales.

Por otro lado, las acciones de Corporación Mapfre cayeron en Bolsa un 1,60%.