El cardenal Bergoglio denuncia una sociedad con esclavos

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En agosto del 2008, la misa celebrada por el cardenal Bergoglio conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El lema de la velada fue ‘Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos’

El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, advirtió sobre formas modernas de esclavitud y explotación, al presidir una emotiva Misa para inmigrantes indocumentados, mujeres en situación de prostitución, víctimas de trabajo esclavo y cartoneros en el santuario de Nuestra Señora de los Emigrantes, en el barrio porteño de La Boca.

La misa conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El lema de la velada fue ‘Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos’.

La celebración fue convocada por el Arzobispado de Buenos Aires, la Cooperativa La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos, organizaciones que denunciaron casos de explotación y trata de personas en talleres textiles clandestinos y prostíbulos.

El Purpurado consideró necesario «sembrar para el futuro la libertad de los esclavos. Esa libertad que no tienen, esa libertad que nos han hecho creer que teníamos desde el año 1813».

«Nuestro país alberga tratantes de esclavos: Hombres y mujeres que venden y compran personas. Hombres y mujeres que hacen lo mismo que aquellos capataces egipcios con los israelitas: les pegan, los obligan a trabajar más, les sacan los documentos para que no puedan moverse. Todo eso que ustedes saben», indicó.

Según recogió la agencia AICA, el Cardenal Bergoglio aseguró que «acá en Buenos Aires, en la gran ciudad, en esta ciudad cada día más avanzada, también hay hermanos nuestros migrantes que los tienen trabajando 20 horas por día, 18 horas por día, les pagan una miseria y un sándwich de mortadela; que aquí también no le importa a estos egipcios modernos –no tengo nada contra los egipcios de ahora, a estos que hacen el papel de los egipcios de aquella época– estos tratantes modernos, no les importa que se mueran los chicos: pensemos los que se murieron en Caballito quemados en ese taller clandestino porque estaban enrejados».

Tras lamentar que «nadie habló, nadie habló… se olvidó porque estos señores poderosos saben cómo untar ciertas manos», instó a los cristianos a mirar estas realidades de hoy «desde Dios» y «clamar a nuestro Dios: Señor mira a tu pueblo, Señor mira estos hombres y mujeres esclavizados».

«Como somos cristianos también le pedimos a Dios tocar el corazón de estos hombres y mujeres que esclavizan porque ellos también son esclavos. Esclavos de otra cosa: de la codicia, de la soberbia, de la suficiencia, de la maldad. También te pido por ellos pero por sobre todo te vengo a pedir por nuestros hermanos humildes… que son sometidos a esa esclavitud», rogó.

El Cardenal Bergoglio con los obreros que han realizado el Cristo de los Trabajadores.  El 1º de mayo de 2011, El Cristo de los Trabajadores es bendecido por el Cardenal Bergoglio en B. Aires

Cardenal Bergoglio denuncia esclavitud

La extrema pobreza viola los derechos humanos, ‘advierte el Cardenal Bergoglio’

05/11/2009

En octubre de 2009, El Cardenal Bergoglio, pidió una respuesta ética para resolver la deuda social porque no solo el terrorismo, la represión y los asesinatos violan los derechos humanos, sino también la extrema pobreza y las ‘estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades’

El Purpurado señaló que la deuda social es «inmoral, injusta e ilegítima», sobre todo cuando ocurre «en una nación que tiene condiciones objetivas para evitar o corregir tales daños, pero que lamentablemente pareciera optar por agravar aún más las desigualdades».

Dijo que los argentinos están obligados «a trabajar para cambiar las causas estructurales y las actitudes personales o corporativas que generan esta situación (de pobreza); y a través del diálogo lograr los acuerdos que nos permitan transformar esta realidad dolorosa a la que nos referimos al hablar de la deuda social».

«No podemos responder con verdad al desafío de erradicar la exclusión y la pobreza si los pobres siguen siendo objetos, destinatarios de la acción del Estado y de otras organizaciones en un sentido paternalista y asistencialista, y no sujetos, donde el Estado y la sociedad generan las condiciones sociales que promuevan y tutelen sus derechos y les permitan ser constructores de su propio destino», afirmó.

El Arzobispo dijo que la deuda y la justicia social deben interpelar a «todos los actores sociales, en particular al Estado, a la dirigencia política, al capital financiero, los empresarios, agropecuarios e industriales, sindicatos, las iglesias y demás organizaciones sociales».

El Cardenal Bergoglio dio estas palabras durante el Seminario de Políticas Públicas, organizado por la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina (EPOCA), la Universidad del Salvador (USAL) y la Universidad Carlos III de Madrid.

Fuente: Aciprensa Buenos  Aires 30-9-09