La creciente adicción a la marihuana entre adolescentes es causa de brotes psicóticos.
Josep Corbella LA VANGUARDIA. 14/04/2007
La creciente adicción a la marihuana entre adolescentes es causa de brotes psicóticos.· Psiquiatras de 6 hospitales catalanes coinciden en que los síntomas aparecen antes.
· Los primeros casos se dan entre los 14 y 15 años, pero hay alguno a los 12.
Mientras los médicos reconocen que se han subestimado los riesgos de la marihuana en el pasado, los hospitales registran más brotes psicóticos entre adolescentes y a edades más tempranas
El creciente consumo de marihuana en la población adolescente ha comportado un gran incremento de brotes psicóticos y de casos de esquizofrenia en este grupo de edad en los últimos años, según han coincidido en señalar psiquiatras de seis grandes hospitales catalanes consultados por La Vanguardia.Los síntomas de la psicosis, además, tienden a aparecer a edades cada vez más tempranas.
No se han hecho estudios científicos en España que permitan precisar cuál es la magnitud del problema, pero la experiencia del trabajo diario de todos los psiquiatras consultados apunta en la misma dirección. «En nuestro hospital, el promedio de edad de los primeros episodios psicóticos entre los consumidores de cannabis se sitúa sobre los 14 o 15 años, mientras que entre los no consumidores el promedio suele situarse sobre los 18 o 20», informa Fina Castro, jefa de psiquiatría y psicología infanto-juvenil del Clínic.
«Hemos visto casos de consumidores de cannabis que tienen brotes psicóticos con doce años», añade Montserrat Dolz, del hospital de Sant Joan de Déu. Pero advierte que si un adolescente sufre síntomas de psicosis, esto no significa necesariamente que consuma marihuana. «Siempre se han dado algunos casos en esta franja de edad; lo que ocurre ahora es que se registran más y que una parte importante de los afectados son consumidores habituales de cannabis», explica.
La mayoría de las personas que sufren un primer brote psicótico lo superan y nunca más vuelven a recaer. El brote suele caracterizarse por una conducta de aislamiento y por una distorsión en la percepción de la realidad, a menudo con manía persecutoria, ideas delirantes y alucinaciones auditivas. Pero en otros casos la enfermedad se cronifica y lleva a un diagnóstico de esquizofrenia, que se caracteriza por brotes psicóticos recurrentes y un empobrecimiento progresivo de las funnes cognitivas, informa Miquel Casas, jefe del servicio de psiquiatría del hospital Vall d´Hebron.
El hecho de que un número creciente de jóvenes sufran brotes a edades tempranas preocupa a los psiquiatras ya que, cuantos más episodios psicóticos sufre una persona a lo largo de su vida, mayor es el deterioro cognitivo a largo plazo. Otro factor que influye en la evolución de la enfermedad es continuar fumando marihuana, recalca Fina Castro, del hospital Clínic: «Estamos viendo que los jóvenes que siguen consumiendo cannabis tras un brote tienen un pronóstico mucho peor que los que lo dejan».
En Catalunya, uno de cada quince alumnos de instituto fuma marihuana más de 40 veces al año, según una encuesta de la Generalitat realizada el curso pasado. La misma encuesta revelaba que más de un tercio de los jóvenes considera que fumar marihuana una vez a la semana no conlleva ningún riesgo.
Lo cual no es cierto: «En los últimos años nos hemos dado cuenta de que el cannabis es bastante más peligroso de lo que creíamos», señala Antoni Bulbena, jefe de psiquiatría del hospital del Mar, donde el 26% de las urgencias psiquiátricas están actualmente relacionadas con el consumo de drogas, mayoritariamente con cannabis y con alcohol.
También en el hospital de Sant Pau y en la Mútua de Terrassa se ha observado un incremento de las consultas por episodios de psicosis entre jóvenes que fuman marihuana, informan los psiquiatras Enric Álvarez y Amaia Hervás. «Hay más problemas psiquiátricos derivados del cannabis de lo que imaginábamos», admite Bulbena. La percepción de los médicos sobre los riesgos del cannabis ha cambiado en los últimos diez años a raíz de distintos estudios que han analizado sus efectos sobre la salud. Uno de los más amplios, basado en 50.465 reclutas de Suecia, demostró que el riesgo de sufrir esquizofrenia está directamente relacionado con el número de porros que se han fumado hasta los 18 años. Este resultado ha sido confirmado posteriormente por estudios realizados en Holanda, en Alemania y en Nueva Zelanda.
Se ha descubierto también que múltiples regiones del cerebro están pobladas de los receptores cannabinoides en los que actúa la marihuana, mientras que otras drogas tienen efectos en áreas más limitadas. Y que no todas las personas son igual de vulnerables: por motivos que se desconocen, algunas pueden fumar grandes cantidades sin sufrir daños apreciables, pero hay cerca de un 10% a las que les basta con unos pocos porros para sufrir brotes psicóticos. «La gran tragedia es que uno no tiene manera de saber a priori si es muy o poco vulnerable a los daños de la marihuana», explica Miquel Casas. «Es como jugar a una ruleta rusa donde no te arriesgas a la muerte, sino a la locura. Hay una bala y no sabes si es para ti».