2021: El coronavirus incrementará las desigualdades y crecerá el papel de China.

1477

El Producto Interno Bruto (PIB) mundial sufrió en 2020 su caída más pronunciada desde el final de la Segunda Guerra Mundial, millones quedaron desempleados o sus puestos suspendidos, y los gobiernos inyectaron billones de dólares en sus economías para evitar daños mayores.

Sin embargo, la recuperación de 2021 es muy incierta. La economía de
China está creciendo con fuerza nuevamente, pero es posible que muchas
de las naciones más ricas del mundo no se recuperen por completo hasta
2022, considerando una estimación temprana.

La desigualdad también es rampante.

Mientras que los 651 multimillonarios estadounidenses han aumentado su
patrimonio neto en un 30% a 4 billones de dólares USA, 250 millones de personas en
los países pobres podrían enfrentar la pobreza absoluta y hasta
la mitad de la fuerza laboral mundial puede haber perdido sus medios
para subsistir. La velocidad a la que se pueda contener la pandemia
tendrá una gran influencia en el desempeño de la economía en todo el
mundo.

En la carrera entre las nuevas cepas del virus y las vacunas, una
victoria temprana no está asegurada de ninguna manera.

Incluso los países ricos que han comprado la mayoría de las vacunas
disponibles, pueden fallar en la inoculación de suficientes personas
para crear inmunidad colectiva hacia finales de 2021.

En los países empobrecidos, donde las vacunas generalmente escasean,
se espera que el virus se propague más.

Es probable que los grandes ganadores sean países como China y Corea
del Sur que lograron suprimir la covid-19 temprano. Se proyecta que la
economía de China crecerá en 2021 un 8%, más del doble que la de los
países occidentales más exitosos incluso antes de la pandemia.La
economía china, impulsada por sus exportaciones, se ha beneficiado de
los confinamientos en los países occidentales.

La demanda occidental de servicios como entretenimiento y los viajes
puede haber disminuido, pero la demanda de bienes de consumo domésticos
y suministros médicos ha aumentado.

Y las exportaciones chinas a EE.UU. han alcanzado niveles récord a
pesar de los altos aranceles impuestos por la administración Trump.

China también está expandiendo su influencia económica en toda Asia, con una nueva zona de libre comercio en el Pacífico y enormes proyectos de infraestructura a lo largo de sus rutas comerciales hacia Europa y África.

Está invirtiendo en tecnologías avanzadas para reducir su dependencia
de las cadenas de suministro occidentales, en lo que se refiere a
componentes como semiconductores. China ahora podría superar a Estados
Unidos como la economía más grande del mundo en cinco años, dos veces
más rápido de lo que se predijo previamente.

Los perdedores

Para los países ricos como Estados Unidos, Reino Unido y los de Europa
continental, el panorama es menos optimista. Tras breves recuperaciones
en el verano de 2020, sus economías se estancaron. Esto fue impulsado
tanto por la segunda ola de la pandemia como por los confinamientos. En
EE. UU., por ejemplo, el empleo y el crecimiento siguieron de cerca la
evolución de la pandemia, más que los bloqueos aplicados de manera
desigual a medida que la confianza de las empresas y los consumidores se
desplomaba.

Incluso con cierta recuperación el próximo año, se espera que estas
economías sean un 5% más pequeñas en 2022 que si la crisis no hubiera
ocurrido.

Sin embargo, es probable que los mayores perdedores de 2021 sean los
países empobrecidos.

Carecen tanto de los recursos económicos para adquirir suficientes
vacunas, como de los sistemas de salud pública para tratar un gran
número de pacientes contagiados. Tampoco pueden permitirse los enormes
subsidios gubernamentales que han evitado el desempleo masivo en Europa
y Estados Unidos. Y con la demanda de sus materias primas paralizada por
la recesión en Occidente y la poca ayuda disponible de los países
ricos para aliviar sus grandes deudas, tampoco pueden permitirse más
confinamientos. Incluso países de rápido crecimiento como Brasil,
India y Sudáfrica enfrentan tiempos difíciles.

Por ejemplo, Sudáfrica no califica para recibir vacunas del programa
COVAX para países muy pobres, pero no está en condiciones de comprar
ninguna vacuna en el mercado comercial, a pesar de producirlas
localmente para las compañías farmacéuticas occidentales.

Anteriormente, esos países tenían una clase media en crecimiento;
ahora muchos millones de trabajadores pobres se verán obligados a
regresar a sus aldeas y barrios marginales urbanos debido a la falta de
oportunidades laborales, enfrentándose a la pobreza masiva e incluso al
hambre.

La nueva división

Los efectos económicos de la pandemia han sido enormemente variados en
la sociedad.

Aquellos que trabajan a tiempo completo, a menudo en empleos altamente
remunerados que pueden hacer desde casa, han acumulado ahorros
sustanciales, dado que hay menos posibilidades para gastar los salarios.

Los muy ricos, especialmente en Estados Unidos, se han beneficiado de
los enormes aumentos del mercado de valores impulsados por éxitos
durante la pandemia, como Amazon, Netflix y Zoom, y es probable que esta
tendencia continúe.

La gran pregunta para la economía es si en el próximo año aquellos
con trabajos seguros y altos ingresos volverán a sus patrones de gasto
anteriores, o mantendrán sus ahorros frente a la incertidumbre
continua.

Por el contrario, muchos de los que han perdido empleos o negocios o han
sido despedidos, tendrán dificultades para encontrar un nuevo trabajo o
regresar a sus niveles de ingresos anteriores, especialmente porque es
poco probable que los sectores de bajos salarios -como el comercio
minorista y la hotelería- se recuperen por completo después de la
pandemia.

La desigualdad podría aumentar a medida que los gobiernos ricos
reduzcan los enormes subsidios que han aplicado para mantener a muchos
trabajadores empleados o con el contrato suspendido.

Rishi Sunak, el canciller de Reino Unido, dio claras señales de esta
intención en su revisión de gastos de noviembre.

En EE.UU., el estancamiento político sobre el gasto de ayuda adicional
solo se resolvió en el último minuto, y los republicanos probablemente
ahora intentarán minimizar el gasto de la administración de Biden a
pesar del enorme gasto de los años de Trump.

Europa acaba de llegar a un acuerdo sin precedentes para proporcionar
ayuda financiada por la Unión Europea a los estados miembros más
afectados por la pandemia, pero es probable que continúen las tensiones
sobre el alcance del paquete y los destinatarios.

La cooperación podría facilitar la adaptación a un mundo
pospandémico. Pero la cooperación internacional durante la pandemia ha
sido débil y las tensiones económicas han socavado aún más el
compromiso mundial con el libre comercio, lo que no es un buen comienzo
para el Brexit en Gran Bretaña.

A nivel nacional, la redistribución de la riqueza y los ingresos
mediante impuestos más altos, podría dar a los gobiernos occidentales
más recursos para hacer frente a las víctimas de la pandemia, pero
será políticamente difícil en una recesión continua.

Fuente BBC BBC 9/1/2021 Steve Schifferes Economista, University of Lond