El País y a su doble moral: denuncian a las mafias que trafican con prostitutas pero las promocionan en su página de «contactos»
En su edición del lunes 26, el diario El País escribe contra los proxenetas, que se llevan el 50% de los ingresos que obtienen sus prostitutas. Páginas más adelante, el diario de Jesús Polanco exhibe las páginas de prostitución más amplias y caras de toda la prensa española. Al parecer, a Jesús Polanco no le gustan los proxenetas porque le hacen la competencia en el mercado del sexo. Y lo mismo puede aplicarse a José Manuel Lara, Pedro José Ramírez, el Conde de Godó o Antonio Asensio : todos ellos obtienen espléndidos beneficios gracias al mercado del sexo.
El martes, 27 de Septiembre de 2005 nos sorprendió el diario El País con un reportaje sobre las bandas que trafican con mujeres en el mercado del sexo. Su autor, Joaquín Prieto, informa sobre la situación de la prostitución en nuestro país —»El nuevo burdel de Europa»- y denuncia a las mafias que someten como esclavas a mujeres extranjeras a las que obligan a prostituirse. Paradójicamente, en los anuncios por palabras de la edición de ese mismo día (lunes 26 de septiembre), El País «patrocina» a estos delincuentes ofreciéndoles cuatro páginas que incluyen concretamente 862 anuncios simples y 59 destacados con foto incluida. ¿Cuántas de estas mujeres que se anuncian están sometidas, contra su voluntad, a ejercer la prostitución? ¿Cuánto factura El País y los principales diarios españoles a costa del dinero que proviene de esclavizar a personas? El colmo de la hipocresía y la doble moral de una «institución» que se jacta de predicar la verdad y qué asume intencionadamente, sobre sus espaldas, la misión de promover una ética y un civismo ejemplar entre los españoles.
El País ha dedicado su segundo mega-reportaje a la prostitución de la mano de José Luis Roberto, secretario general de la Asociación de Propietarios de Clubes de Alterne, nombre que ha dado en unas siglas tan cursis como ANELA. En sus ratos libres, el proxeneta (vulgarmente conocido como chulo-putas) Roberto es un ultraderechista, presidente del partido fascista España 2000, que el próximo día de la Hispanidad, 12 de octubre, Fiesta Nacional española, va a perpetrar en Valencia una marcha «patriótica» para manifestar «el orgullo de ser español». Es decir, confundiendo las churras con las merinas. La gimnasia con la magnesia y el culo con las témporas. Con este preámbulo concluirán ustedes que El País de Jesús Polanco y Juan Luis Cebrián, cuna y aliento del progresismo nacional, a través de uno de sus más veteranos periodistas, Joaquín Prieto, habrá fusilado a Roberto hasta comprobar el color de sus entrañas. Pero no, queridos amigos, porque el negocio está a la vuelta de la esquina. Antes al contrario, Prieto escucha con profundo respeto a nuestro proxeneta, en su noble campaña para la legalización de la prostitución. El titular mismo del muy profesional trabajo periodístico ya da pistas: «Una fábrica incontrolada de dinero negro». Y como bien dice el cardenal Rouco, el pecado más grave de hoy, el único pecado, es no pagar al Fisco. Pero para eso está Roberto y Polanco: para que se legalice a las trabajadoras del sexo y El País pueda ser el tablón de anuncios por palabras más grandes del mercado del sexo pagado. Y pagando, he pagado todos los gravámenes, que PRISA es muy seria para estas cosas.
Y es que el negocio está a vuelta de página, en los anuncios por palabras. Y por la pela, Don Jesús y Janli Cebrián son capaces hasta de aliarse con la ultraderecha más cavernícola. Vamos, que se nos vuelven patriotas, oiga usted.
Y no se crean, Roberto es un facha progre, porque facundia y progresismo también tienen sus muchos puntos de contacto. Allá van los argumentos que con tanta unción recoge El País en pro del fornicio pecuniario. «Dos adultos mantienen una relación sexual tras convenir un precio, ¿dónde está el problema? La prostitución sólo es rechazable si utiliza a menores de edad, a personas forzadas o si se mezcla con drogas ilegales».
Estamos ante una sospechosa compadreo entre progresismo y fascismo.
Los frutos son los que permiten conocer la naturaleza de un fenómeno, los frutos de la prostitución son los que son: esclavitud de las prostitutas, degeneración de los clientes, engolfamiento de los proxenetas, o sea, del señor Roberto y el señor Polanco (perdón, este no es proxeneta, simplemente obtiene buenos réditos del negocio, pero en calidad de informador).
La solución a la prostitución no es la legalización, porque la ley tiene un efecto punitivo y otro promocional, y este segundo debe ser cuidadosamente evitado. El único plan frente la prostitución, mayoritariamente emigrantes, es liberarlas de esta esclavitud, colaborar para que ellas puedan vivir dignamente de otra forma…. Lo más hiriente de toda esta pantomima cruel es que los proxenetas, los que esclavizan a las prostitutas, los que sacan mayor tajada sin riesgo del asunto, son los señores Roberto, los que piden que todo se haga de conformidad a la ley para poder pagar sus impuestos en tiempo y forma. Roberto lo hace por la patria, y Polanco y Cebrián por la modernización del país. Son buena gente