El empresario catalán de Bangladesh, en 2009: «Somos una fábrica, no somos una ONG»

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David Mayor, director general de una empresa que ocupaba 2.000 metros cuadrados en el edificio siniestrado de Bangladesh, hizo estas declaraciones hace cuatro años a la agencia AFP.

El empresario tarraconense se encuentra ahora en búsqueda y captura como uno de los principales sospechosos del hundimiento que dejó 307 muertos y más de 1.000 heridos.

El hundimiento de un edificio cerca de Dacca, en Bangladesh, donde habían varios talleres textiles, que ha causado 307 muertos y 1.200 heridos, ha puesto bajo los focos a un empresario catalán, David Mayor. La policía lo considera como uno de los principales sospechosos del desastre y lo ha puesto en búsqueda y captura.

Mayor es de Reus (Tarragona) y figura como director general de la empresa Phantom-Tac, una sociedad conjunta entre Phantom Aparel (de Bangladesh) y la española Textil Audit Company, que tiene su domicilio social en la capital del Baix Camp. La empresa ocupaba más de 2.000 metros cuadrados en la cuarta planta del edificio ahora siniestrado, tal y como afirma la web de la compañía.

La policía de Bangladesh asegura que Mayor y los propietarios de cuatro empresas más están siendo investigados inicialmente por «homicidio por negligencia». Este es un delito que la ley del país castiga con solo cinco años de prisión.

El socio local del empresario catalán, Aminul Islam, fue detenido el pasado sábado. Otros dos empresarios relacionados con el derrumbamiento fueron también puestos a disposición de la autoridad el mismo día.

Según han explicado los trabajadores supervivientes del desastre, el día antes del accidente se habían quejado de las grietas que había en el edificio. Los empresarios se negaron a detener la producción y los obligaron a mantener la actividad.

En declaraciones que David Mayor hizo hace cuatro años a la agencia AFP, el de Reus afirmaba: «Somos una fábrica. Cada centavo cuenta. No somos una ONG». Al mismo tiempo aseguraba tener «preocupaciones sociales».

Bangladesh es el segundo país del mundo en producción de confección gracias a sus bajos salarios y a la permisiva legislación sobre condiciones laborales. Esta laxitud ha hecho que incluso desde China se deslocalice producción textil. Todo ello ha contribuido a que en el país proliferen muchos talleres que fabrican para marcas tan reconocidas como las españolas El Corte Inglés y Primark, según denuncian diversas organizaciones.

La Federación Nacional de Trabajadores del Sector Textil de Bangladesh ha denunciado que en los últimos 15 años se han registrado en el país unos 600 muertos y 3000 heridos en accidentes en empresas textiles del país.

Autor: Tomeu Ferrer