Un día cogió su fusil y se marchó a la guerra, con tan mala fortuna que la explosión de una bomba le dejó horriblemente mutilado. Perdió sus miembros y todos sus sentidos…, pero se quedó con el cerebro intacto. En el hospital militar, Johny ya no es más que un tronco y un cráneo…
Un día cogió su fusil y se marchó a la guerra, con tan mala fortuna que la explosión de una bomba le dejó horriblemente mutilado. Perdió sus miembros y todos sus sentidos…, pero se quedó con el cerebro intacto. En el hospital militar, Johny ya no es más que un tronco y un cráneo. Sus heridas han cicatriza-do, pero él ya no es más que un trozo informe de carne que recibe sensaciones, que desea y que piensa.
Está incomunicado… Pero un día logra hacerse entender de una enfermera, utilizando el alfabeto morse con los movimientos de su media cabeza. Así, finalmente, consigue que se enteren de que sigue siendo humano…
El jefe del hospital le pregunta a través de su intérprete cuáles son sus deseos. ¡Qué pregunta! ¿Es que puede querer Johny en estas condiciones otra cosa que la muerte? Pero de repente aquel medio cuerpo se agita… Ha tenido una idea: Podría ser entre la gente un testimonio vivo en contra de la guerra. Y dice:
«Quiero que me saquéis de aquí, que me llevéis por los caminos, que me exhibáis por esos circos… Y que la gente aplauda, silve, ría o llore, pero que se entere de que este muchacho de veinte años es un trozo de carne por haber cometido la torpeza de coger un fusil.»
Sólo es el argumento de una película dirigida por Dalton Trumbo «Johnny cogió su fusil «(1970), basada en su propia novela. Fue la novela más representativa del antibelicismo del siglo xx.