El hambre crece con la riqueza del planeta

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El muy galardonado Dr. Honoris Causa y Director General de la FAO, Jacques Diouf tiene clara la causa del hambre: 'Falta voluntad política'

     Diouf ha reconocido que el hambre aumenta proporcionalmente a la riqueza de la humanidad, que las ayudas merman y son menores cuando los precios de los alimentos suben y la necesidad es mayor, que el proteccionismo del Norte y las subvenciones de los países enriquecidos castigan y bloquean el desarrollo y los mercados de los países empobrecidos, provocando una auténtica guerra de la alimentación, una guerra del hambre.


Y por si esto fuera poco la FAO cuestiona seriamente las ayudas, porque en su inmensa mayoría son condicionadas por el donante para la adquisición de bienes y servicios, poniendo trabas al desarrollo de los mercados e infraestructuras agrícolas de los países.



    Si recibimos 70 veces 7 y damos el 0,7 el hambre no acabará nunca. Vemos por tanto que Los Objetivos del Milenio, las ayudas, ONG, la cooperación al desarrollo han resultado ser por tanto un lucrativo negocio para los países del norte que estrangulan a los países del Sur.



    El Director General declara en el último informe de la FAO, que ante esta situación, no ve claro que se vayan a cumplir los objetivos marcados sólo para el 2050.



    Últimamente la financiación de la banca ha demostrado que con voluntad política, el hambre no sólo no acabaría en el 2050, sino mañana mismo, en un solo día, sin tener que condenar tantas vidas a un atroz sufrimiento. Y si el director de la FAO piensa que en el 2050 no se cumplirán los objetivos de acabar con el hambre, imagínense.


A. Luque Cortina
Cantabria