El nacionalismo es la ideología de los explotadores

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Muy lamentable que los sacerdotes pongan barreras «morales, históricas, jurídicas y sociológicas» entre los pueblos.

Esto ha hecho Antonio M. Oriol, profesor emérito de la Facultad de Teología de Cataluña, en un artículo publicado recientemente en el semanario cristiano catalán. Lo titula «Dimensión moral de la reivindicación nacional de Cataluña».


Con él, pretende justificar moralmente los actuales derroteros independentistas de algunos catalanes.


Para ello, el P. Oriol, consciente de su descaro, reconoce y afirma ampararse en el magisterio pontificio sobre los derechos y deberes de los pobres. Y sigue, «tenemos la obligación moral de contribuir al crecimiento de esta concienciación histórica para alcanzar la plenitud nacional». En el artículo hay otras perlas, no tiene desperdicio.


La única dimensión que tiene la reivindicación nacional en Cataluña, aunque venga de Montserrat, es la dimensión económica. Esto la cultura obrera, la cual tanto afirma conocer el P. Oriol, lo aprendió muy pronto. Los obreros se dan cuenta que el nacionalismo era la ideología de sus explotadores, que a menudo toma su forma más hipócrita cuando los capitalistas más ladrones utilizaban discursos patrióticos para llenarse los bolsillos.  Y hoy sigue pasando, P. Oriol. ¿Qué pasa en Vic?


Obligados a emigrar por el desempleo, descubren en otros países, otros trabajadores, otros camaradas explotados como ellos mismos. ¿Qué pasa en España? ¿Qué pasa en Europa?


Los españoles crearon su federación de la Internacional (AIT) con el adjetivo «regional» por entender que los obreros no tenían patria y debían entenderse por encima de las fronteras.


Esto hoy ya no pasa, y no pasa P. Oriol, porque el capitalismo vence al Movimiento Obrero, entre otras cosas, haciéndole nacionalista y fomentando sus intereses particulares.  Es decir, levantando barreras, como dice usted, «morales, históricas, jurídicas y sociológicas», (y económicas, añado yo).


La primera afirmación de Hitler en su libro «Mi lucha» es: «Me hice nacionalista».


Por eso pedía: «Que se eduque al pueblo alemán desde la juventud en la atención exclusiva hacia los derechos del pueblo propio…entonces ….el católico será ante todo alemán».


No se puede ser nacionalista y católico. P. Oriol, «¡no se puede! ¡Y no maltrate el tesoro de la Iglesia, los empobrecidos! ¡Déjelos en Paz»!


Cordialmente