El nuevo negocio contra la vida de Bill Gates

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Hay sucesos históricos que dan que pensar. En los años ’50 y ’60, escribe Lucetta Scaraffia, era, sobre todo la fundación Rockfeller la que apoyaba económica y mediáticamente la campaña contra el aumento demográfico, en especial en el Tercer Mundo.

Hoy la obsesión antiprocreación, la ha heredado otro multimillonario americano, Bill Gates, que ha invertido su capital en la investigación de un nuevo tipo de anticoncepción, suministrado por un microchip.

El microchip, con un tamaño de 20x20x7 milímetros ha sido diseñado para implantarse bajo la piel del abdomen, de los glúteos o de la parte superior de los brazos de la mujer.

Para activar el microchip sería necesario otro dispositivo inalámbrico que, a modo de mando a distancia para la televisión, activaría el microchip liberando 30 miligramos de la hormona anticonceptiva en el interior del cuerpo.

Cuando se agota una reserva de almacenamiento, se abre otra celda de almacenaje. Este invento podría tener una vida útil de 16 años en el interior del sujeto, pudiendo ser retirado a posteriori tal y como se indica en la revista digital MIT Technology Review.

Pero de momento ya ha invertido una suma millonaria en el nuevo chip anticonceptivo.

Bill Gates está a favor de la eugenesia, y de vez en cuando deja algunas citas que nos hacen imaginarnos por dónde van los tiros en cuanto al «control de la población mundial», haciendo referencia a la «salud reproductiva» para reducirla.

Acabar con el hambre acabando con los pobres, Bill está en la misma línea estratégica del imperialismo.

Autor: Juan Rodríguez