¿Cuánto incide el mercado con sus reglas sobre el hambre en el mundo? De los estudios que ustedes realizan, resulta que desde 2008 el precio de los alimentos ha cambiado su tendencia: duplicado, después estabilizado, pero siempre con valores altos respecto al período precedente. Precios tan volátiles impiden a los más pobres hacer planes o contar con una nutrición mínima. Las causas son muchas. Nos preocupa justamente el cambio climático, pero no podemos olvidar la especulación financiera: un ejemplo son los precios del trigo, el arroz, el maíz, la soja, que oscilan en las bolsas, a veces vinculados a fondos de renta y, por tanto, cuanto mayor sea su precio más gana el fondo. También aquí, tratemos de seguir otro camino, convenciéndonos de que los productos de la tierra tienen un valor que podemos decir «sacro», ya que son el fruto del trabajo cotidiano de personas, familias, comunidades de agricultores. Un trabajo a menudo dominado por incertidumbres, preocupaciones por las condiciones climáticas, ansiedades por la posible destrucción de la cosecha.