EL PAPA HACE UN LLAMAMIENTO MUNDIAL POR LA PAZ

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El pontífice volvió a hacer un llamamiento a los líderes religiosos para que sean artífices de paz, en particular en Oriente Medio y África. Para los cristianos, concluyó, el Adviento debe ser «la espera» para abrir «los corazones a Aquel que trae, con su venida entre nosotros, el don inestimable de la paz a toda la humanidad».
EL PAPA HACE UN LLAMAMIENTO MUNDIAL POR LA PAZ

VATICANO, 30 Nov. 03 (ACI /Zenit).- En el primer domingo de Adviento, período litúrgico de preparación de la Navidad, Juan Pablo II invitó a todos los creyentes a despertar en el mundo entero «la esperanza de la paz».

Al rezar la oración del «Angelus» junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, el pontífice volvió a hacer un llamamiento a los líderes religiosos para que sean artífices de paz, en particular en Oriente Medio y África.

El Pontífice recordó que en este tiempo suenan en la liturgia «las voces de los profetas, que anuncian al Mesías invitando a la conversión del corazón y a la oración».

«¡Viene Cristo, el Príncipe de la paz! Prepararnos para su nacimiento significa despertar en nosotros y en el mundo entero la esperanza de la paz», agregó el Papa, «la paz ante todo en los corazones, que se construye deponiendo las armas del rencor, de la venganza y de toda forma de egoísmo».

«¡El mundo tiene gran necesidad de esta paz!», dijo el Pontífice, refiriéndose de manera especial «con profundo dolor a los últimos episodios de violencia en Medio Oriente y en el Continente africano, así como aquellos que la crónica cotidiana registra en tantas otras partes de la tierra».

Para los cristianos, concluyó, el Adviento debe ser «la espera» para abrir «los corazones a Aquel que trae, con su venida entre nosotros, el don inestimable de la paz a toda la humanidad».
«Renuevo mi llamado a los responsables de las grandes religiones: ¡unamos nuestras fuerzas en la predicación de la no-violencia, el perdón y la reconciliación»
Juan Pablo II concluyó encomendando la Iglesia a la Virgen María para que «nos ayude a abrir el corazón a Aquel que trae, con su venida entre nosotros, el don inestimable de la paz a toda la comunidad».


Juan Pablo II apoya la campaña internacional contra la pena de muerte

Iniciativa lanzada por la Comunidad de San Egidio

CIUDAD DEL VATICANO, 30 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II alzó este domingo su voz para apoyar la reanudación de la campaña internacional contra la pena de muerte.

Al despedirse de los peregrinos congregados a mediodía en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar con él el «Angelus», el Santo Padre dirigió su saludo a los miembros de la Comunidad de San Egidio, movimiento eclesial protagonista en la lucha contra la pena capital

En este domingo, por iniciativa de San Egidio y otras organizaciones no gubernamentales reunidas en la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte (WCADP), 300 «Ciudades por la vida» iluminaron un monumento para expresar su rechazo a la pena de muerte.

A la segunda Jornada Mundial contra la Pena de Muerte participaron este domingo, entre otras ciudades Ámsterdam, Nueva York, Buenos Aires, Berlín, Hiroshima, Santiago de Chile, Viena, Barcelona y París. A todas les ha unido el lema: «No justice without life» («No hay justicia sin vida»)

Mario Marazziti, portavoz de la Comunidad de San Egidio, explicó que en estos momentos 112 países han abolido la pena de muerte (por ley o de hecho). Por otra parte, se mantiene en otros 83 países. Armenia, Serbia Montenegro, Chile y Costa de Marfil la han abolido en los últimos dos años.

«El sistema judicial nunca es infalible. La pena de muerte es un instrumento de justicia «irreversible». Y el hombre no puede quitar lo que no puede restituir», aclara Marazziti.

Con la campaña, la Comunidad de San Egidio pide una moratoria universal de las ejecuciones capitales, llamamiento apoyado por cinco millones de firmas.