Según publica The Guardian, el Gobierno británico hará público en enero un plan de «tolerancia cero» hacia la prostitución. Se descarta, así, la propuesta de conceder licencias especiales a ciertos locales, a favor de un enfoque que contempla abiertamente la prostitución y todo lo que rodea a este fenómeno como un comportamiento antisocial.«No tolero esa visión que dice que la prostitución es el oficio más viejo del mundo y que no podemos hacer nada para reducirla», dice al diario The Guardian la ministra de Interior británica. El Reino Unido se distancia de una propuesta anterior, que preveía habilitar zonas especiales para la prostitución, y apuesta por una línea más dura. Se retirará el carné de conducir a los clientes de las prostitutas y sus nombres serán publicados en la prensa local.
Según publica The Guardian, el Gobierno británico hará público en enero un plan de «tolerancia cero» hacia la prostitución. Se descarta, así, la propuesta de conceder licencias especiales a ciertos locales, a favor de un enfoque que contempla abiertamente la prostitución y todo lo que rodea a este fenómeno como un comportamiento antisocial.
La ministra de Interior, Fiona Mactaggart, se opone firmemente a considerar a las prostitutas como «trabajadoras del sexo», y afirma que deben implantarse medidas desde el lado de la «demanda». «No tolero la visión de que la prostitución es la prostitución es el oficio más viejo del mundo», dice al Guardian. «La prostitución destruye las comunidades» y «los hombres que acuden a las prostitutas están promoviendo indirectamente el tráfico de drogas y los abusos. Ya existe el poder de confiscar los permisos de conducir. Queremos que la policía utilice más ese poder» contra estas personas. A ello se estudia añadir la publicación de los nombres de las personas descubiertas en tratos con las prostitutas en la prensa local.
Desde el lado policial, se prevén también desenmascarar a los locales que albergan este negocio desde fachadas como saunas o locales de copas. Pero además habrá también medidas especiales para la reinserción de las prostitutas. Entre otras cosas, el Gobierno británico piensa en mejoras en el acceso a los servicios sanitarios, tratamientos para la adicción a las drogas y proveer alojamiento seguro para las prostitutas, para protegerlas de posibles represalias de las mafias.