El tripartito catalán fomenta la ludopatía

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El gobierno de Montilla se lleva un buen 'pellizco' de los beneficios de un juego con premios ilimitados que se paga con tarjeta

Los dirigentes socialistas no se cansan de predicar las bonanzas de sus políticas sociales. Hay que fomentar una sociedad más justa y con valores, hay que ‘educar a la ciudadanía’, añaden. Sin embargo, sus actuaciones en muchas ocasiones distan mucho de sus planteamientos teóricos y promesas electorales.


 ¿Se puede considerar acaso que fomentar la ludopatía es una buena forma de inculcar valores a los jóvenes? ¿Y al resto de los ciudadanos? El Gobierno tripartito de Montilla explota un nuevo juego recreativo con premios ilimitados y que se paga con tarjeta. El sistema de juego es lo suficientemente ‘perverso’ como para crear severas adicciones.


  Un buen trozo del pastel


 El Departamento de Interior y Relaciones Institucionales de la Generalitat es titular de la gestión del nuevo juego, denominado «Binjocs«, y tiene prevista una participación en el 30 por ciento de los beneficios que generen las máquinas tragaperras. La recaudación anual total del juego ascenderá cada año a 18 millones de euros.


 Los cálculos iniciales para este tipo de máquinas prevén un ‘pellizco’ para la Generalitat situado entre los 300.000 y los 600,000 euros al año, un buen trozo del pastel que también va destinado en su mayoría a los premios, a los salones recreativos y bingos, y a Cirsa Interactive Corporation, adjudicatario de la concesión de explotación y responsable de la interconexión entre aparatos.


 La forma en que el Gobierno de la Generalitat aprobó los dos reglamentos que dieron luz verde a la comercialización del ‘Binjocs’ ha sido fuertemente criticada.


 A golpe de tarjeta


 El sistema de juego no deja lugar a la elección: no admite monedas y sólo se puede participar a golpe de tarjeta de crédito. Los usuarios pueden apostar tanto dinero como quieran, siempre que su tarjeta se lo permita, e invertir todo el tiempo que consideren necesario para gastarlo.


 Además, el nuevo juego tiene otro ‘gancho’ para animar a los futuros ludópatas: todas las máquinas activas están interconectadas a través de un sistema telemático que permite engrosar y compartir premios, también ilimitados.



Se trata de un premio sin fronteras que jamás hasta ahora había sido permitido por la Administración de Cataluña.



Fábrica de ludópatas


 Todas las características de este nuevo juego «favorecerán en un elevado número de casos la fantasía de control y ganancia por parte del usuario», señala el presidente de la Asociació Centre Cátala d’Adiccions Socials, Francesc Perendreu.



Las personas con problemas de ludopatía pensarán: «puedo seguir perdiendo porque si gano recuperaré todo lo que he jugado«, afirma Perendreu.



La entidad pronostica, «si no se modifican estos parámetros, un aumento de jugadores patológicos, exclusivos de esta modalidad, con unas problemáticas económicas y familiares por encima de lo que hasta ahora se está viendo».