Entrevista a Agustín N´Dour: Defiende el papel de la Iglesia para que no se silencie el «genocidio» que se está cometiendo.
– ¿Cómo ve la situación actual del África Subsahariana?
No hay ni un sólo país de esa zona que no tenga riqueza en su subsuelo. El problema es que no se está gestionando. Están robando la materia prima, la mano de obra y los cerebros. Nosotros no queremos limosna, sino justicia para poder sacar África adelante.
– ¿El robo de cerebros?
Ahora se va a intensificar con la puesta en marcha de la tarjeta azul que va a abrir más las heridas. Ahora mismo hay más médicos nigerianos en Estados Unidos que en su país. No es lógico que se formen médicos, profesores, etc, y no regresen a mejorar la situación de sus países y esto lo están fomentando los países del primer mundo.
– ¿Se puede salir de la situación de pobreza actual?
El problema es que no se hace nada porque no hay voluntad política de hacerlo. Aportar el 0,7 por ciento como se postula es solamente una forma de acallar las conciencias en los países ricos. Insistimos en pedir justicia y en que no se olvide la historia, ya que África está en la situación actual por la esclavitud y la Conferencia de Berlín en la que se decidió unir a países cuyas etnias eran enemigas irreconciliables, como el caso de Ruanda, y así se ha llegado a los enfrentamientos actuales.
– ¿El papel de la Iglesia?
Yo estudié con los agustinos. Mi familia se convirtió al catolicismo, aunque en el Senegal solamente el 6% de la población es católica. Ahora trabajo con Cáritas recibiendo a los inmigrantes, ayudándoles a buscar trabajo, ayudas, a que aprendan español. Los comienzos son difíciles, pero a mi la Iglesia me ha ayudado y en África es una de las pocas voces que se escuchan criticando a los gobiernos del primer mundo. Hay que recordar lo que decía el papa Juan XXIII: «África tiene el derecho a no emigrar».
– ¿La deuda externa?
El presupuesto de lo que representa para muchos países es el doble del gasto previsto para la sanidad y la educación. Así no se puede seguir, hay que seguir luchando para que los países del primer mundo tengan voluntad política de acabar con esto y acabar con los gobiernos corruptos de África.