Frente a este panorama no debemos permitir que el Estado se arrogue poder decisorio en la enseñanza. Son los padres los primeros responsables de la educación de los hijos…La Constitución establece la aconfesionalidad del Estado, que supone a este la obligación de garantizar la libertad religiosa, que es todo lo contrario al laicismo o el combate de todo viso de religiosidad en la vida pública, que nuestro Gobierno nos está imponiendo. Una muestra de ello es la Ley de Educación que está a punto de aprobarse. Que se hayan recogido tres millones de firmas a favor de la clase de Religión o que el 80% de los padres la elijan para sus hijos no le ha importado demasiado al Gobierno. Eso sí, como buen totalitarismo en que vivimos, se resucita la 'formación del espíritu nacional' de Franco, bajo el nombre de Educación para la Ciudadanía, espacio para el adoctrinamiento de nuestros hijos en el laicismo. Frente a este panorama no debemos permitir que el Estado se arrogue poder decisorio en la enseñanza. Son los padres los primeros responsables de la educación de los hijos, lo que supone que tienen derecho a elegir los instrumentos formativos conformes a sus convicciones, a la vez que el deber de colaborar en la gestión de la escuela libremente elegida por sus hijos, e incluso promover ellos centros de educación solidaria y autogestionaria.
CARMEN DURANTES AREÑOS