Te presentamos una breve biografía de uno de lo cantautores más conocidos en el mundo. En estos momentos sufre una grave enfermedad. Puedes leer una reciente entrevista con un amigo hablando de la muerte y del regalo de la vida. Terminamos con una selección de sus canciones junto a sus notas musicales. Este cantautor argentino en 1.994 emprendió una gira mundial junto a Alberto Cortez y, bajo el título de LO CORTES NO QUITA LO CABRAL, conquistaron los teatros más exigentes del mundo, entre ellos, el LINCON CENTER de Nueva York. En esta gira, Cortez y Cabral, entrelazaron el humor, el amor, la poesía y las canciones, dejando, allí donde estuvieron, el gusto por su arte.
Facundo Cabral nació el 22 de mayo de 1.937 en La Plata, provincia de Buenos Aires, en Argentina. Hijo de Sara y de Rodolfo, los cuales emigraron hacia la Tierra del Fuego, al sur de Argentina. Su padre abandonó a su esposa y sus tres hijos, que emigraron hacia Tierra del Fuego, sur de Argentina. La infancia de Cabral transcurrió con extremada dureza, hasta el punto de convertirse en un marginal encerrándolo en un reformatorio. Al poco tiempo consiguió escapar y encontró a Dios en las palabras de Simeón, un viejo vagabundo. Se trasladó a Tandil, donde realizó todo tipo de tareas, entre ellas, limpiando veredas y como peón de las cosechas.
En 1.959 ya tocaba la guitarra y cantaba, siendo su ídolo, Atahualpa Yupanqui. Se trasladó a Mar del Plata, ciudad balnearia de Argentina y solicitó trabajo en un hotel. El dueño, al verle con la guitarra le dio la oportunidad de cantar. Así comenzó su carrera dedicada a la música, siendo su primer nombre artístico, » El Indio Gasparino». Sus primeras grabaciones de índole comercial no tuvieron mayor repercusión, convirtiéndose, más tarde, en Facundo Cabral.
El éxito le llega a Facundo con su canción NO SOY DE AQUÍ, NO SOY DE ALLA, en el año 1.970. Esta canción es grabada por Alberto Cortez, Julio Iglesias, Neild Diamond, Pedro Vargas y otros muchos, cantada en nueve idiomas.
Sus influencias espirituales fueron JESÚS y Ghandi, y en lo literario, Whitman y Borges. Con estas influencias, su carrera toma un rumbo espiritual, crítico, creativo y aleccionador, no en vano, sus ideas incomodan a muchos, esencialmente, a todos los que no le quieren comprender por estar atenazados por las cosas materiales.
En 1.976 deja Argentina para recalar en México. Sus canciones de protesta en busca del amor desde todas las vertientes, le llevan a peregrinar por 165 países en el mundo. Ya, con la doctrina de su vida impartida por casi todo el mundo, regresa a Argentina en el año 1.984 donde ofrece un recital en el Luna Park, lugar reservado para los grandes, consiguiendo un éxito de clamor. Por estas fechas, en los foros más importantes de Argentina, sus actuaciones se cuentan por éxitos.
En 1.994 emprendió una gira mundial junto a Alberto Cortez y, bajo el título de LO CORTES NO QUITA LO CABRAL, conquistaron los teatros más exigentes del mundo, entre ellos, el LINCON CENTER de Nueva York. En esta gira, Cortez y Cabral, entrelazaron el humor, el amor, la poesía y las canciones, dejando, allí donde estuvieron, el regusto por su arte.
Facundo Cabral ha grabado innumerables discos y su persona y obra es conocida en todo el mundo. Como autor literario, ha escrito diez bellísimos libros, tales como AYER SOÑE QUE PODIA Y HOY PUEDO, MI ABUELA Y YO, CONVERSACIONES CON FACUNDO CABRAL, CUADERNO DE FACUNDO, BORGES Y YO, SALMOS, entre otros. En reconocimiento a su constante llamada a la paz y al amor, en 1.996, LA UNESCO, le declaró MENSAJERO MUNDIAL DE LA PAZ.
Facundo Cabral es, ante todo, el más claro ejemplo de que un hombre llega hasta donde quiere llegar. Él, soñó que podía y pudo.
ENTREVISTA A FACUNDO CABRAL
Pensemos que, Facundo Cabral, el hombre que durante tantos años viviera en el mundo, ahora, por culpa de su enfermedad, está recluido en ese «capricho de su corazón» como él definiera al Buenos Aires del que se enamoró siendo muy niño.
A pesar de soportar, como él confiesa, la derrota de su cuerpo, su corazón sigue vivo, su mente tan lúcida como de costumbre y, su alma, relajada y en paz, siempre, a la espera de la decisión de Dios, si acaso, para recibir, la última palabra del Altísimo. Su voz es más cálida que de costumbre; su verbo sigue siendo pausado, como con la tersura de unas oraciones increíbles en las que, poco a poco, desgrana sus sentimientos a favor del que tiene la fortuna de escucharle, como me ha ocurrido a mi, en esta bendita fecha. Sabemos de sus carencias físicas porque él las confesara puesto que su voz, como digo, desgrana los sentimientos de siempre. Uno tras otro, hemos abordado los temas más candentes de la actualidad y, en su caso, nada es más actual que su propia vida; una vida plagada de recuerdos, de vivencias que, millones de seres en el mundo, jamás lograremos, ni siquiera en sueños, respecto a lo que él ha vivido y ha amado por el mundo. El mundo y sus gentes le enseñaron y le dieron todo lo que es: un hombre libre, ante todo. De por allí, en los lugares más recónditos, encontraba Facundo un motivo para vivir, una lección para aprender y, pasados los años, según su propia confesión, Cabral dice ser el alumno de la vida. Atrás quedó, en las reminiscencias de su pasado, aquel cantor que amaba la libertad de sus hermanos y que, sus canciones, paradigma de la lógica protesta contra las injusticias, fueron forjando en él, al poeta, el humanista, el hombre que detesta las doctrinas de los hombres y que ama a Dios por encima de todos los seres vivos.
¿Cómo se encuentra, maestro?
Sin fuerzas; las piernas no me quieren llevar, pero mi corazón sigue vivo, mi mente está lucida y, a pesar de todo, le sigo dando gracias a Dios por haberme permitido vivir y haber sido lo que soy.
¿Qué le han dicho los médicos?
Al parecer, respecto a mi enfermedad, la ciencia ha hecho todo lo que estaba en sus manos. Ahora, solo queda esperar.
¿Esperar qué, maestro?
El devenir de la vida y, aceptar, ante todo, los designios de Dios para que él decida sobre mi vida o mi muerte.
¿Se siente resignado?
Muchísimo. Tengo paz, siento que mi alma está completamente relajada y, de este modo, no me importa en absoluto aceptar la decisión del que todo lo puede.
He podido averiguar, maestro, que en breves días, un doctor hindú, de Bombay, del que me han hablado muchísimo y bien, acude a Buenos Aires a visitarle porque, con usted, quiere obrar el milagro de su curación. ¿Es cierto lo que le digo?
Es verdad. El doctor, del que no recuerdo su nombre, a instancias de un amigo norteamericano, vendrá a visitarme y, como dices, quiere curarme.
Y ante esta noticia, ¿está usted ilusionado?
Yo estoy resignado de todo y ante todo. Lo que llegue a partir de ahora, amigo Pla, todo serán ganancias. Ya te contaré en breves fechas.
Dijo usted, en repetidas ocasiones que, no le importaba morirse. ¿Sigue creyendo lo mismo? Y se lo pregunto ahora, en su trance más difícil.
Claro. Nada me aferra a este mundo; nada de lo material, como les ocurre a millones de seres en la tierra que, a la hora de su partida eterna, les duele dejar todo aquello que han obtenido, en ocasiones, vete tú a saber cómo y de qué manera. Yo voy liviano de equipaje por el mundo; si acaso, antes de iniciar el último viaje, sólo me ilusionaría despedirme de todos los amigos en el mundo y, ante todo, que estos miles de folios que tengo escritos, cayeran en buenas manos.
¿Le quedan fuerzas para escribir?
Algunos días sí; otros, le dicto a un amigo y, mis experiencias, las vamos plasmando para que, mis herederos, es decir, la humanidad, se encuentren con el legado de lo que ha sido mi vida.
Me contaron, maestro, que le está escribiendo usted a un ahijado suyo una especie de diario. ¿En qué consiste?
Es cierto. Se trata de un muchacho de 10 años de edad al que, en su honor, estoy relatándole pasajes de mi vida puesto que él, con toda seguridad, hará un uso admirable de todo lo que caiga en sus manos con relación a mi humilde persona.
Me temo, maestro que, en su largo peregrinar por el mundo, en su vida se dio cita un enorme milagro. Usted comenzó con aquellas canciones protesta en la inefable búsqueda de un mundo más justo y, más tarde, durante muchos años, se convirtió usted en un sabio enseñando por esos caminos del mundo que tantas veces recorrió. ¿Es cierto?
Fui, de un lado para otro, recorriendo, de este modo, ciento setenta países en los que, de cada lugar, intentaba quedarme con lo mejor para contárselo a mis hermanos en el mundo. Mi vida, como explicas, resultó ser un bendito peregrinar puesto que, el mundo y sus gentes, me enseñaron lo que aprendí.
Según se explica, queda claro que, usted aprendió en la «universidad» de la vida. ¿Se siente dichoso por ello?
Es verdad que, la vida, como tal, no me dio muchas oportunidades o, si se quiere, me las dio todas; según se mire. Caminé y aprendí, mi tarea más bella. En el fondo y en la forma, le sigo dando gracias a Dios por haber nacido en el seno de una familia pobre puesto que, de este modo, tuve arrestos para forjarme mi vida, la que yo decidí y por la que nadie me impuso nada.
En su persona, maestro, se han producido hechos fantásticos que, posiblemente, muchas gentes desconocen. Sus textos han sido traducidos a innumerables idiomas, entre ellos, al hindú. ¿Cómo se explica que, un hombre como usted, alejado de los circuitos comerciales, al margen del estereotipo de lo que exige la sociedad actual, haya logrado usted semejantes éxitos?
Todo lo que ha ocurrido en mi vida, posiblemente, ha llegado porque yo jamás busqué el éxito. Quise cantar y decir y, posiblemente, mis palabras quedaban grabadas en el corazón de las gentes, de ahí el énfasis por divulgarlas. Y tú eres el ejemplo de todo lo que digo puesto que, desde esa España a la que admiro y quiero, propagaste mi nombre con ese libro admirable al que titulaste MI ENCUENTRO CON FACUNDO CABRAL, algo que me llegó hasta el fondo de mi alma puesto que, como te dije, fuiste la primera persona en el mundo que escribió un libro en torno a mi vida.
Ahora, maestro, con todo lo que usted ha vivido,¿no siente pena por no haber dejado que las casas comerciales divulgaran más su obra?
Por supuesto que no. Nunca busqué la riqueza personal, pero si la de mi alma y, a su vez, en los teatros del mundo, en las universidades y en todos los foros donde actué, explicar todo aquello que había aprendido por el mundo. Soy lo que siempre fui: un vagabundo » flir class». Siendo así, de nada me hubiera servido la riqueza material puesto que, nunca lo hubiera gozado puesto que, mi vida y mi persona, la han pasado deambulando por este bello planeta llamado tierra.
Sus metáforas, maestro, suenen bellísimas pero, ¿se asemejan a la realidad?
Por supuesto. Viví como sentí; dije aquello que practicaba y, que no te quepa duda de que, mis lecciones, si se pueden considerar como tales, calaban en el alma de las gentes porque, ante todo, rezumaban verdad. Dije que era un vagabundo «flir class» y, era cierto. Como lo era el mimo a que me sometían mis amigos, por ello, nunca necesité casa ni coche porque lo tenían ellos que me llevaban y albergaban.
Es altamente bello cuando dice usted que, su vida, sin Chesterton, Octavio Paz, Rulfo, Borges y otros muchos, no hubiera sido nada. ¿Cuándo descubrió usted a estos genios?
Quise ser cantor pero, a su vez, un amigo mexicano me inculcó la afición por la lectura y, el día que descubrí tanta grandeza escrita, comencé a ser feliz. Y fíjate que, a medida que transcurrían los años, la propia vida me obsequiaba con regalos maravillosos, inolvidables, como era, por ejemplo, ser amigo de Juan Rulfo, de Octavio Paz, de Borges, a los que tú has citado. He sido, soy un afortunado por todo lo que he vivido.
Y, en estos recuerdos, maestro, no podemos olvidarnos de la Madre Teresa, ¿verdad?
La Madre Teresa es una mujer inolvidable; una mujer que, si en vida fue grande y enigmática, tras su muerte, alcanzó el grado de mito puesto que, tanta belleza dentro de su ser pudo cautivar al mundo. Guardo, en mi alma, el recuerdo de su amistad y, como dato curioso, el otro día vinieron a visitarme dos hermanas de su congregación las que me recordaban en mi último viaje a la India, precisamente, en lo que fue mi último encuentro con la madre.
Maestro: ¿Siente que su final puede estar cerca?
Siento que estoy débil, que los médicos poco pueden hacer ya, aunque espero, con resignación y en paz, la última voluntad de Dios en torno a mi persona.
¿Espera usted el milagro de su recuperación física?
De Dios lo espero todo. Nunca olvides que, en mi vida, amigo querido, se han dado cita muchos milagros. Si ahora se produjera el milagro de mi recuperación, no sería para mi nada extraño.
Que Dios le siga bendiciendo, maestro.
SELECCIÓN DE CANCIONES
NO SOY DE AQUI NI SOY DE ALLA
Me gusta el mar y la mujer cuando llora
las golondrinas y las malas señoras
saltar balcones y abrir las ventanas
y las muchachas en abril
Me gusta el vino tanto como las flores
y los amante, pero no los señores
me encanta ser amigo de los ladrones
y las canciones en francés
No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
e identidad
Me gusta estar tirado sobre la arena
y en bicicleta perseguir a manuela
y todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal
No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
e identidad
Facundo Cabral
RELATO DE FACUNDO CABRAL
«Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho.
Si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.
Sé que la palabra no es el hecho, pero sí sé que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.
Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta, porque algo esconde. Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.
Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo, llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa. De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (ó al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse constantemente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día. Vive de instante en instante porque eso es la vida.
Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento? Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿porqué te preocupas tanto?. No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas no puedo ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes. Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades. Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta. Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de tí, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.
Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano. No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.»
NO SOY DE AQUÍ
Hablado:
«Me pongo el sol al hombro
y el mundo es amarillo
y si llueve, me mojo,
y no me enojo por que no encojo.»
«Una lechuga me basta y sobra
para hacer sombra
y qué me importa si no me nombran».
«Limpio mi vagón de carga,
duermo una semana larga,
como una porción de pizza
y me vivo de la risa.»
«Me gusta andar
pero no sigo el camino
pues lo seguro ya no tiene misterio,
me gusta ir con el verano muy lejos
para volver donde mi madre en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron
y los abrazos que me dan mis hermanos,
me gusta, me gusta.»
Me gusta el sol, Alicia y las palomas,
el buen cigarro y las malas señoras,
saltar paredes y abrir las ventanas
y cuando llora una mujer.
Me gusta el vino tanto como las flores
y los conejos pero no los tractores,
el pan casero y la voz de Dolores
y el mar mojándome los pies.
No soy de aquí ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad,
no soy de aquí ni soy de allá,
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.
Me gusta estar tirado simpre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
o todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal.
No soy de aquí…..
ESTE ES UN NUEVO DÍA
Este es un nuevo dia
Para empezar de nuevo
Para buscar al angel
Que aparece en los suenos
Para cantar para reir
Para volver a ser feliz (Bis)
En este nuevo dia
Yo dejare el espejo
Y tratare de ser
Por fin un hombre bueno
De cara al sol caminare
Y con la luna volare (Bis)
VUELE BAJO
Que espera Dios?
que el hombre vuelva a ser un niño
para recibirlo en su seno
perfecto,perfecto
No crezca mi niño,no crezca jamas
los grandes al mundo le hacen mucho mal
El hombre ambiciona cada dia mas
y pierde el camino por querer volar
Vuele bajo porque abajo
esta la verdad
esto es algo que los hombres
no aprenden jamas
Por correr el hombre no puede pensar
que ni el mismo sabe para adonde va
Sigue siendo niño y en paz dormiras
sin guerras ni maquinas de calcular
Vuele bajo…
Dios quiera que el hombre pudiera volver
a ser niño un dia para comprender
Que esta equivocado si piensa encontrar
con una escopeta la felicicdad
Vuele bajo…
Vuele bajo…