ESPAÑA es el SEGUNDO PAÍS de EUROPA OCCIDENTAL con más RECLUSOS por HABITANTE

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España tiene 58.378 presos, lo que le sitúa como segundo país de la Europa desarrollada en reclusos por habitante. Sólo Gran Bretaña se sitúa por delante


Récord absoluto: 58.378 presos, casi cinco mil más que hace un año, la segunda tasa más alta de presos por habitante de los países de nuestro entorno, por detrás de Gran Bretaña. España cuenta con una ocupación de las cárceles del 112% y apenas cuatro nuevas prisiones en construcción –no funcionarán antes de 2006–. Estas son algunas de las grandes cifras de una realidad casi siempre invisible: la de la vida intramuros.

En enero de 2002, la cifra de presos en España era sensiblemente inferior: 47.505, casi 11.000 menos que hoy. Pero la cifra de metros cuadrados de celdas, patios y comedores es la misma. El endurecimiento de las políticas judiciales y criminales del anterior gobierno del PP pueden explicar esta pirámide, básicamente por la imposibilidad de redimir condena a cambio de trabajo, por la imposibilidad de lograr el tercer grado si no se ha pagado la responsabilidad civil que establece la condena, por los juicios rápidos o por el endurecimiento de la política judicial hacia los extranjeros para impedir que se fuguen.

En consecuencia, España tiene la segunda mayor ratio de presos por cada 100.000 habitantes de la Europa de nuestro entorno, por debajo de Gran Bretaña y superando a Portugal (desde hace un año), Francia, Alemania, Italia o Grecia, según un estudio reciente del Ministerio del Interior británico. Los países recién ingresados en la Unión Europea tienen tasas superiores (igual que Estados Unidos o Rusia), pero sistemas penales y coyunturas económicas muy distintas.

La única solución para afrontar el aluvión parece ser la construcción de nuevas prisiones, pero nadie quiere la vecindad de una cárcel. Tampoco la de la delincuencia. ¿Qué hacer? «Es muy dificil lograr terrenos para construir cárceles», apuntan fuentes de la dirección general de Instituciones Penitenciarias, que depende del Ministerio del Interior. Esta administración empezó en la legislatura anterior las obras de cuatro prisiones en Morón de la Frontera (Sevilla), Puerto de Santa María (Cádiz), Estremera (Madrid) y Albocàsser (Castellón), con entre 1.200 y 1.300 celdas cada una, lo que arroja unos 1.800 internos por centro. En total, unos 7.200 presos, aunque las cárceles son como gomas: donde cabe una cama, cabe una litera. Ni siquiera abriendo ahora esas cárceles estaría el sistema penitenciario en situación óptima. El PSOE anunció en su programa electoral una revisión de las obras en curso. Un trabajo del International Centre for Prison Studies, dependiente de la Universidad de Londres, señala que la capacidad de las cárceles españolas es de 45.320 plazas. Interior reconoce tener un «grave problema» en Canarias, donde los patronos de patera colapsan el penal de Lanzarote. Recluye a 161 personas, muy por encima de su capacidad. Sin embargo, el aumento de presos ha podido ser asumido hasta ahora porque los quince penales construidos en los años noventa fueron pensados para épocas de crecimiento. Pero las celdas se acaban de nuevo.

Catalunya (única autonomía que ha asumido competencias plenas en esta materia) no estrena un presidio desde 1991. El anterior gobierno fue postergando la decisión al respecto. La cárcel Modelo cumplió en 1994 noventa años con el anuncio de un plan de traslado. Cumplirá cien, el mes que viene, no sólo en el mismo lugar, sino igual de repleta. No igual: aún más. Con hasta seis presos por celda en sus cimas de ocupación. La ley Penitenciaria de 1979 establecía el criterio de un preso por celda. Eso parece hoy una bisoña utopía posfranquista.

EL 20% DE LOS RECLUSOS ESPAÑOLES ESTÁ INFECTADO POR EL VIH

El secretario general del Plan Nacional sobre el Sida, Francisco Parras, señaló en el 2001 que el 20% de los reclusos españoles, unos 15.000, estaba infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Según Parras, en España existen 59.500 casos diagnosticados de sida, «la mayoría contagiados a través del intercambio de material de inyección, un rasgo diferencial de la epidemia de sida en España respecto a otros países de la UE».
Asimismo, indicó que el 45% de los delitos que acaban con privación de libertad tienen relación con el consumo de drogas, ya que al drogodependiente, «por su problemática, no le queda más remedio que delinquir para adquirir opiáceos».

DOS TERCIOS DE RECLUSOS ESTÁN EN PRISIÓN POR DELITO DE DROGA

Más de la mitad de la población reclusa europea está en prisión por delitos de tráfico o consumo de droga, un porcentaje que se eleva a dos tercios en el caso de España, según los datos aportados ayer por el presidente de Proyecto Hombre España, Albert Sabatés, en la presentación del XXII Congreso de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas que celebró el 13 de abril de 2004 en Palma de Mallorca .

Por otra parte, la Federación Andaluza de Drogodependencias, Sida y Patología Dual Redes advirtió ayer que «no existen garantías del debido control» sobre la dispensación de cannabis a enfermos que lo requieran, una vez que el Gobierno de Cataluña ha anunciado su intención de negociar con el futuro Gobierno el uso terapéutico de esta sustancia. Los datos reflejan que en Holanda la experiencia ha sido «muy negativa», convirtiéndose en un negocio en torno a los coffee-shops y propiciando «un turismo a estos establecimientos».

UNO DE CADA CUATRO RECLUSOS ES EXTRANJERO, SEGÚN DATOS DE INTERIOR

Uno de cada cuatro internos en las cárceles españolas era extranjero en el año 2002, la misma condición que tiene el 90% de los presos preventivos que ingresaron en las prisiones durante el mes de mayo del 2002, frente a sólo un 10% de españoles. Estos datos los aportó el entonces ministro del Interior, Mariano Rajoy, en el Congreso durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia e Interior..