ESPAÑA: Los HIJOS de las “REFORMAS LABORALES”

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El 91% de los contratos a jóvenes son temporales, es decir, precarios. La mayoría de la humanidad, carente de un trabajo digno, en su sentido más profundo, o está condenada al sinsentido del “dinero” sin trabajo (la humillación de la dependencia y el “asistencialismo”), o al del “trabajo forzoso”, carcelario y precario, que tampoco nos da para sobrevivir. Este es uno de los grandes problemas políticos de los jóvenes.

Si hay problemas falsos y problemas reales, este pertenece a los segundos. Hay una secuela de problemas que siempre están en el candelero cuando se habla de jóvenes-adultos(¿hasta los 35 años?): alcohol, drogas, delincuencia, fracaso escolar, deseos de suicidio, ludopatía, maltrato a la pareja, a los niños (11. 000 menores son víctimas de negligencia, maltrato emocional, físico e incluso abuso sexual),…Tal vez todos ellos tienen que ver con una sociedad que NO SE HA PLANTEADO en profundidad el debate sobre el problema del fin del “empleo”, el problema d
del “trabajo”o el histórico interés sindical por los “valores profesionales” (el problema de la vocación profesional).

El 91% de los contratos a jóvenes son temporales, es decir, precarios. La mayoría de la humanidad, carente de un trabajo digno, en su sentido más profundo, o está condenada al sinsentido del “dinero” sin trabajo (la humillación de la dependencia y el “asistencialismo”), o al del “trabajo forzoso”, carcelario y precario, que tampoco nos da para sobrevivir. Este es uno de los grandes problemas políticos de los jóvenes. De todo el mundo. Ninguna conciencia sobre él. NINGUNA. Sometidos, pasivamente, al más absoluto totalitarismo. ¡Este es el legado de nuestro falso socialismo, el que no va a cambiar Zapatero! Y también es el legado de nuestro sindicalismo burocrático, apuntado a la mezquindad de conseguir “convenios”, “salarios” y “poderes adquisitivos” sin promocionar, al tiempo, una “formación de una conciencia revolucionaria”. Tal vez porque, en su mezquindad, pensaba que no necesitaba otra conciencia que la que da el “bienestar”, o que la que “el mercado” daba tampoco era tan mala, o porque, después de todo, en ella se encuentran “muy bien pagados”. Tal vez porque pensaban que con poner en su “historial” que han hecho dos “huelgas generales”, este quedaba exento de responsabilidad. Señores sindicalistas: CRECE LA PRECARIEDAD,
CRECE LA ESCLAVITUD, Y CRECE LA CORRUPCIÓN PROFESIONAL Y EL BUROCRATISMO SINDICAL