Diversos países de Oriente Medio, la región más militarizada del planeta, también tienen contratos armamentísticos con empresas españolas, como es el caso de Arabia Saudita (1.300 millones de dólares), Emiratos Árabes Unidos (156’2 millones €), Jordania (45 millones €) o Turquía (278 millones de €).
El informe Alerta 2003: Informe sobre conflictos, derechos humanos y construcción de paz de la Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) resalta como especialmente preocupantes las exportaciones que puedan servir para mantener conflictos armados, provocar violaciones de los derechos humanos, mermar el desarrollo humano de los países receptores o alimentar la inestabilidad regional.
Diversos países de Oriente Medio, la región más militarizada del planeta, también tienen contratos armamentísticos con empresas españolas, como es el caso de Arabia Saudita (1.300 millones de dólares), Emiratos Árabes Unidos (156’2 millones €), Jordania (45 millones €) o Turquía (278 millones de €). Destaca también el hecho de que España tiene importantes contratos con Estados Unidos (más de 1.000 millones euros) y el Reino Unido cuya cifra se desconoce. Estas ventas también vulnerarían el Código de Conducta al tratarse de países en guerra.
Pero además de la inestabilidad de Oriente Medio a causa de la guerra en Iraq, en el mundo hay actualmente también otros muchos conflictos armados. La lista de contratos españoles recoge también países inmersos en contextos de clara tensión e inestabilidad como Filipinas, India, Indonesia, Nepal, Pakistán, Corea del Sur, Taiwán o Venezuela, así como con Sri Lanka, en un proceso de paz que podría peligrar por la llegada de nuevos armamentos. Además, el Gobierno español ha firmado un convenio de «colaboración militar» con Colombia «en el marco de la paz y la lucha antiterrorista», país que vive inmerso en un grave conflicto armado donde la población civil es víctima del fuego cruzado y de constantes violaciones de derechos humanos.
Estos supuestos vulneran lo establecido por la UE en su Código de Conducta en 1998 que establece que «no se pueden transferir armas a países embargados, en conflicto, inestables, que no respeten los estándares de derechos humanos, con problemas de desarrollo o que exista riesgo evidente de desvío de la venta a un tercer país». Por este motivo la campaña «Adiós a las armas» solicita al gobierno español una mayor responsabilidad en su política de venta de armas, así como una mayor implicación en la prevención de conflictos armados y en la construcción de la paz.
«Alerta 2003 es un buen instrumento orientador y preventivo sobre la situación mundial en lo relativo a conflictos armados, derechos humanos y construcción de la paz, tanto para los centros de decisión política, como para la sociedad civil», ha declarado Vicenç Fisas, Director de la Escola de Cultura de Pau.
Es preocupante que el Parlamento a día de hoy sólo disponga de los datos de exportación de armas del año 2001. La falta de los informes semestrales posteriores demuestra que el Gobierno no está cumpliendo los compromisos adquiridos e indica un importante retroceso en el control y transparencia de los contratos.
«Este hecho elimina cualquier intento de prevención, más aún cuando vemos la cuantiosa cartera de pedidos de la industria militar española con países en guerra, inestables, que vulneran los derechos humanos o con problemas de desarrollo», en opinión de los promotores de la campaña «Adiós a las armas».
En los últimos cinco años, y según datos del propio gobierno, España ha vendido a Israel material de defensa valorado en 14,20 millones de Euros (2.363 millones de pta), y 0,43 millones de Euros en el primer semestre de 2001 (72 millones de pta). Este material podría estar siendo utilizado para la vulneración de derechos elementales.
Exportaciones de material militar a Israel
millones pta millones €
1996 453 2,72
1997 90 0,54
1998 748 4,50
1999 255 1,53
2000 817 4,91
2001 (E-J) 72 0,43
En opinión de la Cátedra UNESCO sobre Paz y Derechos Humanos de la UAB, la actuación de Israel incumple claramente con varios de los criterios del Código de Conducta de la UE que regula la exportación de armamento, ya que prohibe dichas ventas cuando exista un riesgo manifiesto de que la exportación pueda utilizarse con fines de represión interna, cuando provoquen o prolonguen conflictos armados o agraven las tensiones o los conflictos existentes, y si existe la probabilidad de que el equipo sea utilizado con fines distintos de la seguridad nacional y la legítima defensa del receptor. Israel es además uno de los países señalados negativamente por el Informe anual de Derechos Humanos de la Unión Europea 2001, por lo que la interrupción de la venta de armas a Israel debería ser extendible a todos los países de la UE.